Política

Terrorismo yihadista

Una estrategia fallida

La Razón
La RazónLa Razón

- ¿El ataque de ayer supone una forma de recordar al Gobierno paquistaní que los talibanes siguen «vivos»?

–Es un mensaje de los grupos talibanes instalados en Waziristán para que Islamabad cese sus operaciones militares contra los refugios. Las milicias aún tienen capacidad de elegir el lugar para infligir dolor y avergonzar al Gobierno y al pueblo paquistaní. Aunque los talibanes son muy impopulares y odiados, aún hay pequeños grupos de simpatizantes que les permiten llegar a los puntos más lejanos del país. Los talibanes han enviado duros y profundos golpes a las instituciones del Estado y esto puede tener repercusiones económicas además de un aumento en la moral de los combatientes que puede ayudar a que se recluten más mercenarios.

- ¿Cómo afectará este ataque a la estrategia del primer ministro Nawaz Sharif para hacer frente a los talibanes? ¿Está roto el diálogo de paz abierto?

–Aunque esta estrategia llegó tarde, a los talibanes se les ha dado un espacio considerable para expresarse a través de sus representantes. Sin embargo, han respondido con tácticas dilatorias y sin garantizar el alto el fuego prometido. Después de la vuelta a los ataques contra los vehículos militares, el Gobierno decidió continuar con la política del palo y la zanahoria. Ahora, las conversaciones tienen lugar fuera de la mesa de negociación y la opción militar sigue adelante. Islamabad dejará de lado las negociaciones y seguirá con las operaciones terrestres y aéreas.

- ¿En qué situación se encuentran los talibanes? ¿Existe una gran división entre los diferentes grupos?

–Sí, los talibanes no sólo están divididos en dos grupos principales, sino también involucrados en la lucha interna muy violenta y sangrienta. Últimamente, el foco de sus ataques ha estado menos centrado en los ciudadanos y más en las instituciones gubernamentales y personalidades clave. Aunque sus aliados en Afganistán quieren unir a las facciones talibanes de Pakistán, no ha habido avances considerables en este sentido. Los talibanes de Wazistán no han aceptado estar bajo el mando de Mulla Fazallulah, que se esconde en Afganistán, y su gran rival, Sajna, lidera la oposición.

- ¿Hay miembros de Al Qaeda infiltrados en los grupos talibanes de Pakistán?

–En algunos de sus ataques, sí. Aunque el número de militantes extranjeros se ha reducido, al igual que su capacidad y base financiera. Su papel ahora parece limitarse a objetivos de alto perfil político a diferencia de los atentados masivos cometidos tras el 11-S.

*Periodista y columnista del diario paquistaní «The News». Preguntas elaboradas por Goyo G. Maestro