Energía
Una impresionante huelga de camiones paraliza Brasil
La huelga de los camioneros, que protestan por los elevados precios del combustible, ha sumido a algunas ciudades de Brasil en un caos, debido a la falta de productos básicos, como gasolina, alimentos e incluso insumos necesarios en los hospitales.
La huelga de los camioneros, que protestan por los elevados precios del combustible, ha sumido a algunas ciudades de Brasil en un caos, debido a la falta de productos básicos, como gasolina, alimentos e incluso insumos necesarios en los hospitales.
Son técnicas del medievo, asediar un castillo semanas, meses, hasta que el enemigo se queda sin víveres y se rinde. En el Brasil del SXXI la historia se repite pero los soldados son los camioneros que utilizan sus vehículos como trinchera, bloqueando los accesos a las capitales de siete estados. El gobierno pierde la paciencia y advierte que enviará al ejercito para despejar las vías. Podría haber choques y la crisis agravarse. "Una minoría radical está cerrando carreteras e impidiendo que muchos camioneros lleven adelante el deseo de atender a la población", asegura el presidente brasileño, Michel Temer.
La huelga de camioneros que paraliza Brasil a menos de cinco meses de las elecciones generales tenía ayer a la mayor economía latinoamericana al borde del colapso, pese a la tregua pactada la víspera entre el gobierno y representantes del sector. De hecho, la ciudad de Sao Paulo, capital económica y financiera del país, decretó el estado de emergencia. La medida permite que la alcaldía realice compras sin licitación, requise o aprehenda bienes privados, como por ejemplo el combustible que esté almacenado en una gasolinera.
Debido al bloqueo las cadenas de montaje de la industria automovilística, que emplean a unas 132.000 personas, cesaron totalmente sus actividades. Además, el aeropuerto de Brasilia se vio obligado a cancelar al menos cinco vuelos. Ayer la mayoría de las estaciones de servicio de Sao Paulo y Rio de Janeiro estaban sin combustible.
La escasez además ha provocado un aumento en los precios de los alimentos en todo el país, que cuenta con un escaso desarrollo del transporte ferroviario. En las negociaciones del jueves, el gobierno se comprometió a suprimir un gravamen sobre el diésel (denominado Cide) y a implantar un sistema de subvenciones para prolongar la reducción de 10% del precio del diésel en las gasolineras anunciada por Petrobras, inicialmente limitado a quince días. Sin embargo los principales gremios aseguran la medida es insuficiente, tras los últimos aumentos de la estatal Petrobras.
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