Asia

Nueva Delhi

Una incursión pakistaní en territorio indio dispara la tensión con Nueva Delhi

Es el incidente más grave desde el alto el fuego firmado por los dos países en 2003

Un oficial de la seguridad pakistaní es transportado al hospital tras el atentado de ayer en Quetta, Pakistán
Un oficial de la seguridad pakistaní es transportado al hospital tras el atentado de ayer en Quetta, Pakistánlarazon

El Gobierno de la India acusó a Pakistán de participar en una emboscada en la que murieron cinco soldados indios. El ataque tuvo lugar en la localidad de Poonch, a 450 metros de distancia de la Línea de Control, la frontera que divide de facto la Cachemira india de la pakistaní.

Pese a que el intercambio de disparos y fuego de artillería es un fenómeno frecuente en la frontera entre los dos países, las incursiones más allá de la Línea de Control no son nada comunes. La emboscada constituye el incidente más grave entre los dos vecinos desde que firmasen el alto el fuego en 2003.

Se trata de la primera vez que la India acusa de manera tan directa a Pakistán. «Está claro que las tropas especiales del Ejército pakistaní han participado en este ataque», denunció el ministro de Defensa indio, A. K. Antony. Éste recordó que «todos sabemos que nada de lo que ocurre en el lado pakistaní de la Línea de Control lo hace sin el apoyo, la asistencia y, a menudo, la participación del Ejército de Pakistán», pero un ataque en territorio indio es algo sin precedentes, consideró el ministro.

Según algunos oficiales del Ejército de la India, en la emboscada participaron miembros del comando de operaciones especiales pakistaní y militantes de Lashkar-e-Taiba, un grupo yihadista con base en la república islámica.

Antony avisó al Gobierno de Pakistán de que el ataque «tendrá consecuencias», como la movilización del Ejército en la frontera y un cambio «en nuestras relaciones bilaterales». Según los expertos, las declaraciones del ministro son más ruido que nueces, y no son más que un intento de quitarse la fama de blando con Pakistán de la que le acusa la oposición.

El primer ministro pakistaní, Nawaz Sharif, quiso quitar hierro al asunto y negó categóricamente que Pakistán tuviera algo que ver, pero para el gobierno de Nueva Delhi el daño ya está hecho. Según informaron funcionarios indios, las reuniones previstas para los próximos meses corren el riesgo de ser canceladas. Los dos primeros ministros se iban a reunir en septiembre en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas para intentar alcanzar una tregua definitiva en Cachemira.

Los dos países vecinos han combatido en tres guerras desde que Gran Bretaña les concediera la independencia en 1947, dos de ellas a cuenta de Cachemira. En 2008 un atentado presuntamente organizado por los servicios secretos pakistaníes acabó con la vida de 166 personas en Bombay, la capital financiera india. De cancelarse las negociaciones, se perdería una oportunidad histórica para poner fin a un conflicto enquistado en el corazón de Asia.

38 muertos en el funeral de un policía pakistaní

Un terrorista suicida acabó ayer con la vida de 38 personas e hirió a otras 62 en el funeral de un oficial de policía en Quetta, al oeste del país. Entre los fallecidos se encontraban 21 agentes y numerosos niños que acudían a la ceremonia. La ciudad es uno de los enclaves más protegidos de la región de Baluchistán, que en los últimos años se ha convertido en refugio de talibanes y de otros grupos armados y separatistas. Desde las pasadas elecciones de mayo, Pakistán ha sido objeto de una oleada de ataques que ha causado cientos de fallecidos y ha logrado la liberación de más de 250 prisioneros en una de las cárceles de terroristas más importantes del país islámico.