Nueva York
Una nueva víctima en Nueva York pone en entredicho la actuación de la Policía
La Policía de Nueva York quedó de nuevo hoy en entredicho al conocerse que uno de sus agentes mató, al parecer por accidente, a un hombre de raza negra que había ido a visitar a su novia.
Los hechos se produjeron cerca de la última medianoche en un edificio del condado de Brooklyn que estaban patrullando dos agentes porque en el complejo se habían producido varios hechos criminales recientemente.
La víctima fue identificada como Akai Gurley, de 28 años, que había ido a visitar a su novia, Melissa Butler, de 27 años. Estaba desarmado y, según Butler, el disparo que mató a su novio en el pecho fue hecho sin ningún tipo de aviso ni provocación.
“Lo que ocurrió anoche fue una tragedia muy desafortunada”, afirmó hoy en una rueda de prensa el jefe de la Policía de Nueva York, William Bratton, al dar cuenta de los hechos.
“Parece que aparentemente puede haber sido un disparo por accidente”, agregó el jefe policial
Los hechos se produjeron en las escaleras de un edificio, que estaban a oscuras porque no funcionaban las luces. Los policías estaban en el piso octavo del edificio y la víctima estaba entrando a las escaleras por la séptima planta.
Tanto Gurley como su novia habían optado por bajar por las escaleras porque tardaba el ascensor.
Ya herido, la víctima sólo pudo llegar hasta la quinta planta, y allí quedó hasta que llegaron los equipos de emergencia, según relató Bratton en sus declaraciones a los periodistas.
Gurley recibió el disparo a las 23.15 horas (ET) y, aunque fue trasladado a un hospital cercano, fue dado por muerto cuarenta minutos después.
Bratton dijo que todo indica que el agente, identificado como Peter Liang, que llevaba 18 meses en el cuerpo, estaba apuntando hacia abajo su arma cuando se disparó por accidente y la bala terminó en el pecho de Gurley.
El jefe policial insistió en que la víctima era “totalmente inocente” y no estaba involucrada en ningún hecho criminal. El agente que acompañaba al que hizo el disparo no había sacado su propia arma, aclaró Bratton.
La muerte de Gurley, de 28 años, se produce cuatro meses después de que falleciera un hombre de raza negra, Eric Garner, por una llave de estrangulamiento que le hizo un policía en el cuello cuando intentaba detenerlo.
Esa muerte generó fuertes protestas en Nueva York en contra de la brutalidad policial, por lo que las autoridades de la ciudad anunciaron que revisarían sus métodos para evitar algo parecido.
Un mes después, en la localidad de Ferguson, en Misuri, el joven Michael Brown, de raza negra, desarmado, también murió por disparos de un policía, en un hecho que desató manifestaciones de protestas durante varios días y que se extendieron también a Nueva York.
Las primeras reacciones sobre el incidente de anoche en esta ciudad reflejaron el asombro y la repulsa por los hechos, entre ellas las del legislador electo del estado Charles Barron, que hizo un descriptivo relato de los hechos.
“Así que aquí tenemos en las escaleras a un hombre negro desarmado, de 28 años. Dos agentes, uno asiático y el otro blanco, completamente armados. Se encuentran en las escaleras y él termina muerto con una bala en el pecho”, dijo el político.
“Quiero escuchar una justificación para esto”, agregó Barron en declaraciones a los periodistas afuera del edificio donde murió Gurley.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, al referirse al hecho brevemente en un acto oficial lamentó que se haya perdido una vida y dijo que “aparentemente se trataba de un trágico accidente”.
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