Elecciones en Francia
Una rejoneadora para lidiar con el Frente Nacional
Marie Sara es una de las grandes apuestas de Macron para acabar con el liderazgo de la ultraderecha en el departamento del Gard, al sudeste de Francia, pero los ecologistas hacen peligrar su victoria
Marie Sara es una de las grandes apuestas de Macron para acabar con el liderazgo de la ultraderecha en el departamento del Gard, al sudeste de Francia, pero los ecologistas hacen peligrar su victoria.
De torear en el ruedo a hacerlo en el hemiciclo. La rejoneadora Marie Sara, sobrenombre artístico de Marie Bourseiller, puede convertirse este domingo en diputada francesa de la mayoría presidencial de Emmanuel Macron. Sara, dedicada en la actualidad a su ganadería de toros bravos y al apoderamiento de toreros, no tendrá una tarde fácil en la arena. Se enfrenta en la segunda vuelta de las legislativas al candidato del Frente Nacional en la región de la Camarga, al sudeste del país, donde la formación de Marine Le Pen cuenta con una sólida tradición de voto.
A Marie Sara la llamó personalmente Macron poco después de llegar a la presidencia para proponerle volver al ruedo de la política. Su vínculo era el difunto marido de la rejoneadora, Christoph Lambert, director general de una poderosa empresa de publicidad cercano a Nicolas Sarkozy, que había pertenecido al círculo de personalidades que participaron en el embrión de En Marche!, el movimiento político del nuevo presidente francés. Ella cumplía perfectamente el perfil. A su carisma en la región hay que añadirle que las listas de En Marche! estaban configuradas en base a criterios de paridad, con personalidades de la sociedad civil que destacaran en sus ámbitos, y sin antecedentes penales de ningún tipo.
La popular rejoneadora concurre por el departamento del Gard, al sudeste de Francia, que concentra algo más de medio millón de habitantes y que tiene en Nimes su principal núcleo urbano y turístico, en parte por su tradición taurina. En declaraciones a la emisora Europe 1, Sara aseguró que Macron le pidió entrar en política para «defender los valores del territorio y combatir el oscurantismo del Frente Nacional».
Apasionada de los toros desde los 16 años, esta hija de un director y una actriz de teatro franceses, a la que nada predisponía de antemano a la lidia taurina, tomó la alternativa en Nimes en 1991 y la confirmó en la plaza de Las Ventas tres años después, conquistando un espacio de muy escasa representación femenina. Ahora, 26 años después, aspira a tomar la alternativa en el hemiciclo francés. Pero para ello tendrá que batir a uno de los pesos pesados del partido de Le Pen. El diputado Gilbert Collard representa su antítesis. Un político experimentado en mil batallas que ha mutado desde el comunismo, pasando por el socialismo hasta la ultraderecha lepenista, y que es un habitual polemista en varias tertulias de televisión. Hace cinco años Collard logró uno de los dos escaños que el Frente Nacional arrancó en las legislativas de 2012 con un notable 43% de los sufragios. El Frente Nacional parece haberse desinflado desde la derrota de Le Pen en las presidenciales y muchas de sus esperanzas pasan ahora por consolidar plazas asentadas como ésta del sur. Ambos parecen saber lo que se juegan y sus aparatos los han reforzado en las últimas horas con apoyos de primera línea. La «sobrinísima» Marion Maréchal-Le Pen ha acudido a respaldar al candidato frontista mientras que el primer ministro, Édouard Philippe, se ha dejado ver al lado de la torera.
Pero los cuernos de la ultraderecha no son los únicos a los que esta vez tendrá que enfrentarse Marie Sara. Desde que se conociera su participación en las elecciones, cerca de una docena de peticiones circulan en internet contra su investidura con unas 200.000 firmas recogidas. Junto a ellas, las imágenes de María Sara en plena faena tratan de mostrar lo que para muchos es un acto incompatible con la ocupación de un cargo público. Colectivos veterinarios por la abolición de las corridas denuncian que hasta 2007 dio muerte a cientos de toros, mientras que otras formaciones han movilizado a sus militantes que han enviado hasta 2.000 emails al Elíseo denunciando su candidatura.
Los medios franceses no se resisten estos días a retratar esta singular batalla, ya que concentra todos los ingredientes del mejor «show» político: la candidata torera inexperta de Macron frente al experimentado ultraderechista de Le Pen en un escenario taurino de arena y sol con escuadras de primer nivel y varias dosis de polémica. El cartel para la tarde de este domingo lo tiene todo en Nimes. El compás del pasodoble lo marca una casi inevitable mayoría absoluta de Macron. Sólo falta saber quién corta oreja y rabo.
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