Nairobi
Una segunda oportunidad
l ¿Es normal que coincidan dos operaciones militares tan importantes en el extranjero? ¿Ha habido algún precedente?
–La inestabilidad en Oriente Próximo, las actividades de la Primavera Árabe o la amenaza del arsenal nuclear iraní o Corea del Norte son indicadores claros de que se llevan a cabo operaciones todo el tiempo. Las dos operaciones, independientes entre sí, no hacen sino evidenciar que las agencias norteamericanas trabajan en África contra células activas de militantes islámicos.
l ¿Puede Estados Unidos entrar así con militares o comandantes de élite en un país sin permiso del Gobierno en aras de garantizar el éxito de la operación?
– La Marina de Estados Unidos y sus aliados mantienen una presencia robusta a lo largo de las costas africanas, donde la piratería es generalizada. Una operación de contraterrorismo contra un miembro de Al Shabab es una cuestión de seguridad nacional. Cuestiones todas reguladas por convenios internacionales.
l ¿Continúa por tanto el presidente demócrata Barack Obama con la guerra contra el terror de su predecesor republicano George W. Bush?
–Citaré al secretario de Estado de Estados Unidos, John F. Kerry, al decir que los miembros de las organizaciones terroristas pueden huir, pero no esconderse. Estados Unidos de América no va a cejar en sus esfuerzos por encontrar a los responsables de los actos de terror, como demuestran estas dos operaciones.
l ¿Por qué se ha decidido entrar en Somalia ahora? ¿La Administración Obama intenta sacar pecho en política exterior en medio de su crisis por la «parálisis» económica?
–La actuación de las unidades SEAL representa la intervención más directa en Somalia desde el año 2009, cuando se abatió a Salej Ali Saleh Nabján, un responsable de Al Qaeda que dirigía las operaciones en ese país. A principios de 2011, la Inteligencia norteamericana detectó unos vínculos cada vez más estrechos entre dicha organización y Al Qaeda en la Península Arábiga (AQAP). Aquella información provocó un cambio en la política de la Administración Obama, y las figuras de Al Shabab con vínculos con los grupos yemeníes pasaron a incorporarse a la lista de objetivos desde entonces. El presidente Obama dio el visto bueno a dos intervenciones contra Al Shabab en Somalia en junio de 2011. En este marco, la operación de Barawe, en la costa somalí, es la respuesta al ataque de Al Shabab perpetrado el mes pasado en el centro comercial keniano de Westgate en Nairobi, en el cual murieron 67 personas.
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