Siria

Una solución política

Con el Estado Islámico no se puede negociar, pero las partes sí deben unirse contra el califato

La Razón
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–¿Considera que la resolución alcanzada ayer por el Consejo de Seguridad de la ONU abre una nueva vía de esperanza para poner fin a la guerra siria?

–La estrategia en Siria no debe estar centrada sólo en combatir al Estado Islámico, pues estaría abocada al fracaso. La solución exitosa es aquella que priorice una solución política a la escalada de violencia en Siria, y esto tiene que surgir a través de un proceso de negociación como el iniciado ayer en Nueva York, que es en el que se tiene que centrar la atención y el compromiso de los estados. Está claro que debe haber también una parte militar que acompañe este proceso; es obvio que con el EI no se puede negociar, pero al menos se tendría una base en común con las diferentes comunidades de Siria que les permitiera fijar una estrategia para combatir al grupo yihadista. No se puede pretender acabar con el grupo mientras continúa una guerra civil que, precisamente, sólo beneficia a los yihadistas.

–¿Por qué fracasaron las dos citas de Viena?

–Hay que subrayar que las citas de Viena supusieron un avance, pues fue la primera vez que se dio un proceso político inclusivo, no sólo por los iraníes y saudíes, sino por una presencia más fuerte de Rusia y de EE UU. Sin embargo, se necesita mantener aquel empuje de las conversaciones para que una solución se abra camino, pero para hacerlo, cada parte va a tener que aceptar un compromiso y no usar la guerra contra el EI para justificar la narrativa de la escalada de violencia.

*Investigador del think tank ECFR experto en Oriente Medio