Venecia, en pie de guerra contra los cruceros

Denuncian que el tráfico de este tipo de embarcaciones daña seriamente su ciudad, una de las más turísticas del mundo.

Un atardecer veneciano en barco parece un paraje idílico. Sin embargo, durante los últimos días, la panorámica de Venecia está siendo todo lo contrario. Decenas de vecinos y vecinas de la icónica ciudad italiana, apoyados por asociaciones ecologistas, se han congregado en los alrededores de la ciudad para protestar contra la llegada de cruceros.

A bordo de sus pequeños barcos, quienes protestan utilizan el humo, las pancartas, y pocos gestos de cariño hacia este crucero que navega por el canal de Giudecca, la principal puerta marítima a las callejuelas de Venecia. Su principal objetivo es impedir el paso a estos colosos del mar.

Denuncian que el tráfico de este tipo de embarcaciones daña seriamente su ciudad, una de las más turísticas del mundo. Las autoridades locales escoltan a este navío de 33.000 toneladas porque, según el gobierno, los cruceros crean miles de puestos de trabajo. Se trata de una decisión a favor de los más de 30 millones de turistas anuales que deja a un lado la opinión de quienes habitan la ciudad durante los 365 días del año.

En 2015, el gobierno italiano canceló una ley proteccionista que impedía a barcos de este calibre atravesar los canales. Los venecianos, que tienen un concepto totalmente contrario al decretado por el gobierno, se han lanzado al agua para intentar que el turismo no dañe su ciudad, una joya que quieren proteger por todos los medios.