Venezuela sin Chávez
Venezuela acusa a EE UU de la muerte de Chávez
Maduro anuncia que el líder bolivariano no superó la última infección respiratoria. El régimen despliega al Ejército y la Policía para «garantizar la paz». Simpatizantes chavistas se lanzan a las calles de Caracas para recordar a su líder. El funeral se celebrará el viernes y se han decretado siete días de luto oficial
Horas antes de anunciar la muerte de Hugo Chávez, el vicepresiente Nicolás Maduro responsabilizó a una conjura internacional de la enfermedad del líder bolivariano. Insinuó que la infección respiratoria que padecía era consecuencia de un ataque de «los enemigos de la patria», al tiempo que comparaba la dolencia con la que sufrió el presidente palestino, Yaser Arafat, que pudo morir víctima de un envenenamiento.
En un discurso televisado, Maduro apuntó que el Gobierno tiene «pistas» de que Chávez habría sido atacado por los «enemigos de la patria» con su enfermedad. Maduro aseguró que el Gobierno no tiene ninguna duda de que podrá conformar una comisión científica para aclarar si Chávez fue «atacado» por los «enemigos de la patria» con la infección que sufrió antes de fallecer. Como consecuencia, anunció la expulsión del agregado aéreo de la Embajada de Estados Unidos, David del Mónaco, al que acusó de «proponer proyectos desestabilizadores» a militares en servicio activo. El militar estadounidense tiene 24 horas para salir del país, dijo el vicepresidente venezolano. Desde Washington, el Gobierno de EE UU calificó de «absurdas» las acusaciones del régimen venezolano. «La afirmación de que Estados Unidos estuvo involucrado de alguna manera en la causa de la enfermedad del presidente Chávez es absurda, y la rechazamos completamente», aseguró en un comunicado el portavoz del Departamento de Estado, Patrick Ventrell, minutos antes de que se confirmara la muerte del mandatario venezolano, según inform la agencia Efe.
Horas después, el presidente Barack Obama, expresó su «apoyo» al pueblo venezolano tras el fallecimiento del presidente y mostró su «interés» en «desarrollar una relación constructiva» con el próximo Gobierno venezolano. «Ahora que Venezuela inicia un nuevo capítulos en su historia, Estados Unidos permanece comprometido con las políticas que promueven los principios democráticos, el mandato de la ley y el respeto por los derechos Humanos», agregó el mandatario estadounidense.
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