Política

El Futuro de Venezuela

Venezuela vuelve a quedarse a oscuras por otro apagón

Una mujer camina a oscuras en una frutería de Caracas en medio del apagón
Una mujer camina a oscuras en una frutería de Caracas en medio del apagónlarazon

Era como un dejavú. Tan solo han pasado dos semanas desde que Venezuela se sumió en la oscuridad total durante casi cinco días desde el 7 de marzo, y ya desde el 25 del mismo mes se repite el escenario. A la 1:30 de la tarde del lunes, 17 de los 22 estados del país quedaron desconectados, con las consecuentes fallas en servicios de telecomunicaciones y bombeo de agua.

La reacción del gobierno de Nicolás Maduro llegó casi cuatro horas después y la explicación fue redundante: la nueva falla eléctrica se debió a un “ataque similar” a lo ocurrido el 7 de marzo pasado. En aquellos días, el gobierno de Nicolás Maduro acusó a la “ultraderecha” y a Estados Unidos de “hackear” la Central Hidroeléctrica Guri, la más grande del país.

A las 8:30 de la noche de este lunes, la vicepresidenta Delcy Rodríguez afirmó que el fluido eléctrico estaba recuperado en casi la totalidad del país y refirmó la versión del ataque “electromagnético”.

Fue un canto de victoria prematuro. A las 9:50 de esa noche el país quedó a oscuras, incluso más que antes. 21 estados perdieron el servicio eléctrico y no lo volvieron a recuperar. Al cierre de esta nota, apenas algunas poblaciones del país, y contados sectores de Caracas, volvían a tener luz, de manera intermitente.

Según Jorge Rodríguez, la nueva falla ocurrió por un incendio causado por “terroristas” en el patio y las vías de transmisión de la línea 765 kV “con la intención aviesa de dañar de modo definitivo la generación y transmisión de la carga”.

Lo que no dijo el funcionario es cómo tal evento pudo ocurrir en unas instalaciones que debían estar resguardadas por el Ejército nacional. Desde 2013 se ordenó la militarización completa del sistema eléctrico, y el pasado 10 de marzo de nuevo el ministro de la Defensa Vladimir Padrino López ratificó que los efectivos tomarían incluso las líneas de transmisión para “para la protección física de las instalaciones”.

En Caracas hubo quienes aprovecharon la experiencia de hace apenas dos semanas. “Me quedaban velas del apagón pasado y las saqué otra vez. Además, nos pusimos a ahorrar agua porque supongo que luego volverá a faltar”, dijo Malena Castillo, vecina del complejo Parque Central, en la capital. En la misma zona, donde la electricidad se fue y regresó intermitentemente al menos seis veces en 24 horas, ya se acumulaba una decena de electrodomésticos dañados.

“Me quedé sin nevera. Pensé que el protector de voltaje que tenía iba a aguantar, pero no fue así. Nos dijeron que por la conexión de 110 está llegando más de 125 voltios, eso quema lo que sea”, se quejó Francisco Márquez. Era el resultado de los repetidos intentos del gobierno por iluminar de nuevo al país.

Sin electricidad, muchos locales comerciales optaron por no abrir sus puertas. Otros lo hicieron para vender comida preparada y agua embotellada, además de hielo “para no perder lo que tenga la gente en las neveras”, explicaba Martina Hidalgo, dueña de un comercio en la zona de Chacao, al este de la capital.

El segundo vicepresidente del gremio de comerciantes Consecomercio, Felipe Capozzolo, indicó que la oferta de productos refrigerados ha disminuido sensiblemente desde el primer mega apagón de marzo.

En la capital, las carnicerías sufren. Alberto Granado, propietario de un expendio de carnes evitaba perder su mercancía. A comienzos de mes, con el otro apagón, tuvo que deshacerse de 200 kilos de carne. Ahora, mantiene las cavas siempre con grandes cantidades de hielo embolsado para que el frío se mantenga cuando el compresor no enciende. “La planta pequeña que tengo solo da para operar la caja y poco más, pero no toda la nevera. Ahí está con hielo. Ojalá hoy pueda vender lo que me queda”, dijo al señalar que estaba aceptando incluso dólares como forma de pago.

José Aguilar, experto en el sistema eléctrico venezolano, explicó este martes que desde la anterior falla eléctrica hubo un servicio intermitente, inestable, con explosiones en subestaciones, que fue “vapuleando las conexiones, debilitando toda la estructura”. Señaló que debido a los tres intentos fallidos por restaurar la transmisión “se han dañado casi 800 megavatios que necesita el país para poder tener un fluido decente”.

Según detalló el experto, el país no está produciendo suficiente generación termoeléctrica por lo que Guri “se ve forzado a trabajar pasando los límites de operación segura, poniéndolo a punto de caramelo de otro apagón de gran espectro”. Fue lo que ocurrió este lunes y martes.

El exviceministro de energía eléctrica Víctor Poleo ha explicado que Venezuela, desde 2007, no produce suficiente energía para abastecer la demanda nacional. Y la Asociación Venezolana de Ingeniería Eléctrica ha detallado que por una decisión política, Caracas se mantiene habitualmente iluminada sacrificando al suministro de otras regiones. Además, insisten en que la falta de mantenimiento e inversión pública han dejado minusválido a toda la red eléctrica. De hecho, según el Comité de Usuarios Afectados por los Apagones, desde el 7 de marzo se han producido al menos 4.800 fallas eléctricas en todo el país.

Según Aguilar, el estado del sistema eléctrico es tan precario que ni siquiera con un consumo reducido se logra estabilizar. “Se ha retrocedido 45 años en demanda eléctrica”, apuntó. Se refiere a la salida del sistema de numerosos parques industriales y sectores comerciales que debido a la precariedad económica han dejado de funcionar. Desde que Maduro llegó al poder en 2013, la economía venezolana se ha reducido en 50%, según el PIB.