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Victoria Soto, la profesora asesinada por hacer de escudo humano

Se interpuso entre las balas y sus alumnos para tratar de salvar a los niños

Victoria Soto
Victoria Sotolarazon

Cientos de personas se han congregado la noche de este sábado en la localidad de Stratford, en el estado de Connecticut, en honor a Vicki Leigh Soto, de 27 años, profesora de primer grado de la escuela primaria Sandy Hook que se puso en medio de la línea de fuego. Olvidó lo que le podía pasar. Simplemente quería evitar que las balas pudiesen herir a los niños.

Amigos, antiguos compañeros y vecinos de Stratford se han dado cita frente al Ayuntamiento de la localidad para despedirse de Soto, depositando velas y mensajes.

Los asistentes a la conmemoración han entonado canciones e himnos, entre las lágrimas de los familiares que han acudido al acto, según ha informado el diario local 'Danbury News Times'. Personas que conocían a Soto le han recordado como una persona jovial y simpática, según han declarado a la cadena local NBC.

James Wiltsie, un primo de la víctima, ha relatado a esta cadena que Soto corrió hacia los alumnos y los metió en un armario. Las balas de Adam Lanza le alcanzaron cuando trataba de hacer de escudo para proteger a sus alumnos.

En una breve descripción que hay en la web del colegio, Soto dice que adora "invertir su tiempo leyendo libros en la playa y tomar el sol". Estaba entusiasmada con el inicio de su tercer curso como profesora de primero y auguraba un "año alucinante"con sus "alucinantes alumnos de la clase diez", según escribió.

Soto ha sido una de las seis profesoras que han muerto a manos de Adam Lanza, según han confirmado las autoridades este sábado. Un total de 20 niños también fallecieron tiroteados por el joven, que terminó suicidándose.

Docentes asesinados

Y es que, si hay personas a las que recuerdan estos días los padres de la escuela elemental de Sandy Hook es a la directora, la psicóloga y los demás profesores que murieron mientras intentaban proteger a los pequeños de las pistolas de Adam Lanza. Son los héroes de esta terrible tragedia que ha dejado consternado al pequeño pueblo de Newtown (Connecticut). Además de Vicki Leigh Soto, también falleció otra maestra: Lauren Rousseau, de 30 años. La directora de la escuela elemental que murió en el tiroteo, Dawn Laffertty Hochsprung, apenas lo dudó cuando vio a Adam Lanza, de 20 años. Por eso, a los que la conocen, no les extraña que se echase encima de él para salvar la vida de sus alumnos, aunque le costase la vida. En su entorno, también recuerdan que estaba preocupada por la seguridad en la escuela de primaria. No sólo aumentó las medidas de seguridad dentro del colegio, también cambió el sistema de recogida de niños en las paradas de autobús: si no había nadie esperándoles, el autobús les traía de vuelta a la escuela. «La seguridad es lo primero en Sandy Hook», rezaba uno de sus tweets del mes pasado.

A Adam Lanza también se enfrentó la psicóloga Mary Sherlach, que falleció en el tiroteo junto con otros cuatro adultos que formaban parte del profesorado de la escuela. Según relata otra psicóloga, Diane Day, ambas se levantaron de su asiento cuando estaban en una reunión inmediatamente después de escuchar los disparos. Hochsprung siempre tenía una sonrisa para sus alumnos. En una entrevista concedida al periódico local declaró: «No creo que pueda encontrar un lugar más positivo para traer estudiantes cada día». Era la directora perfecta para Sandy Hook, de la que se puso al frente hace dos años. Sherlach, ya veterana, era psicóloga del colegio desde hacía ya casi 20 años. Empezó en este centro en el año 1994.

Las circunstancias concretas de la muerte de la directora y la psicóloga todavía se desconocen. «La puerta no tenía candado, por lo que la directora empujó con su cuerpo para aguantarla cerrada», explicó la terapeuta Day al «Wall Street Journal». «Fue nuestra heroína». Los agentes de Policía de Connecticut han recabado gran cantidad de pruebas. Pero el teniente George Sinko explica que «tenemos que tener cuidado. Es por el bien de las familias. Todo esto es muy delicado», indica en referencia a que las evidencias dibujan un escenario terrible. El rabino Shaul Praver, que estaba en la escena del crimen, indicó que la profesora y la psicóloga fueron ejecutadas, según algunas informaciones de medios locales. Mientras, otra profesora reconoció que cree que fue la directora la que avisó al resto del colegio a través del sistema de megafonía.

Otra maestra fue disparada en el brazo y la pierna, mientras empujaba una puerta para mantenerla cerrada. Sabía que Adam estaba al otro lado esperando a que se abriera para seguir matando. La profesora Maryrose Kristopik, que enseña Música en la escuela elemental de Sandy Hook, salvó a sus alumnos al esconderlos en un armario y mantenerlos tranquilos. Fueron momentos de gran tensión, ya que Adam Lanza se encontraba en la clase intentando entrar donde estaban los niños. Para hacerse una idea de la sangre fría con la que actuó Lanza, de tan sólo 20 años, hay que tener en cuenta que sólo hay una persona herida, el autor de los hechos buscaba matar al mayor número posible de personas y ha sido, desgraciadamente, muy certero.

La directora aumentó la seguridad

La directora del colegio, Dawn Hochsprung, aumentó las medidas de seguridad de Sandy Hook a principios de año. Escribió una carta explicando que los visitantes tendrían que llamar al timbre e identificarse para entrar. «Por favor, entiendan que somos más de 700 alumnos y unos 1.000 padres». En octubre, tuiteó un simulacro de evacuación, con foto incluida.

Veinte estrellas en el cielo

Oraciones, vigilias y toda clase de homenajes se han sucedido por todo el mundo desde que se conoció la brutalidad de la matanza de la escuela de Newtown. Allí, en el epicentro del dolor, los vecinos no han parado de recordar a los pequeños asesinados y a sus familias. La tranquila ciudad del este de Estados Unidos reaccionó a la tragedia con una gran entereza y, durante las primeras horas, muchos vecinos se reunieron en la iglesia de Santa Rosa de Lima. La emoción y las lágrimas llenaron el templo. Durante el acto, el religioso se refirió a los veinte niños asesinados como a «veinte estrellas que habrá esta Navidad en el cielo de Newtown».