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Vietnam, un modelo económico para Pyongyang

La reforma de corte capitalista «doi moi» adoptada en 1986 ha permitido un crecimiento del 9%.

Vietnam, un modelo económico para Pyongyang
Vietnam, un modelo económico para Pyongyanglarazon

La reforma de corte capitalista «doi moi» adoptada en 1986 ha permitido un crecimiento del 9%.

Si una imagen quedó en la retina de la cumbre de Singapur fue la del líder norcoreano improvisando y visitando por la noche aquella moderna ciudad de corte capitalista. Ahora le ha tocado el turno a la comunista Vietnam, que está tratando de mostrarse ante el mundo como un país más que preparado y un ejemplo económico a seguir. Razones no le faltan. La elección de Vietnam como país anfitrión responde a cuestiones prácticas y simbólicas.

Otrora tablero de la Guerra Fría, sirve hoy como marco para tratar de cerrar uno de los últimos conflictos todavía abiertos de aquella época. Algunos analistas han afirmado que, consciente de los paralelismos entre Corea del Norte y Vietnam, Kim podría estar aprovechando para tomar nota del desarrollo económico de un país que ha logrado multiplicar por diez el tamaño de su economía en los últimos 30 años. El cambio en Vietnam no fue fácil y los obstáculos a salvar fueron diversos. Primero, tuvieron que lidiar con la pobreza generada tras la colectivización agraria puesta en marcha al acabar la contienda. Para ello, se impuso una reforma económica de tinte capitalista conocida como «doi moi», que hizo que sus cifras de crecimiento no bajaran de entre un 6 y un 9% anual a partir de entonces. Después, le tocó el turno a las relaciones internacionales. Hanói tuvo que recomponer sus lazos diplomáticos con Estados Unidos para que éste levantara el embargo impuesto en el país en 1994. Una vez salvado ese escollo, la nueva «fábrica global» se convirtió en principal destino de las exportaciones norteamericanas.

A raíz de esas reformas y su entrada en los organismos internacionales, multitud de empresas multinacionales se instalaron en su territorio y, a día de hoy, conviven repartidos por todo el país unos 200 polígonos industriales con más de dos millones de trabajadores, en los que se fabrican sobre todo productos electrónicos y prendas textiles que suponen el 80% de sus exportaciones. La esperanza de vida ha pasado de los 71 a los 76 años, la clase media ya supone un 13% de una población de unos cien millones de habitantes y el PIB per cápita ha pasado de los 57 euros de los años 70 a los 1.941 euros de la actualidad.