Ted Cruz
Yo voté en Iowa
“Fuimos a la consulta de un dentista y nos llevamos al centro de votación a 100 pacientes que estaban en la sala de espera”, asegura a LA RAZÓN Robert Lehrman
Dice que él era un estudiante de posgrado de la Universidad de Iowa muy activo en política. Así que Robert Lehrman no dudó en participar en los “caucus” de este pequeño estado, que ayer dieron el pistoletazo de salida a las primarias demócratas y republicanos. Lehrman -que más tarde trabajó como escritor de discursos de candidatos demócratas, entre ellos Al Gor- lo hizo en 1968, aunque, sinceramente, pocas cosas han cambiado desde entonces en el funcionamiento de estas reuniones vecinales que, lejos de tratarse de una forma de votación al uso, con urna de por medio, abogan por la fuerza dialéctica durante horas. “Yo acudí a defender al demócrata Gene McCarthy, el candidato contra la guerra. Había alrededor de 15 candidatos demócratas allí. Fue abrumador”, recuerda para LA RAZÓN. “La gente se reúne en las escuelas, bibliotecas y escucha a los defensores de cada candidato para después se organizarse por grupos para ver cuál tiene más apoyos. Es apasionante”, añade.
Para él, este sistema, los “caucus”, son relativamente democráticos. “Por ejemplo, en Iowa hay un dicho que asegura que nadie vota por un candidato con el que no han reunido al menos dos veces durante la campaña”. En las asambleas, los vecinos se reúnen con amigos, conocidos... y unos convencen a otros. Hay quienes sostienen que es un sistema muy democrático porque precisamente nace del debate popular, de las charlas de amigos y vecinos. Pero pienso que esta es una idea demasiada romántica. Desde mi perspectiva, sí son útiles para dar la oportunidad a candidatos que de otra manera no podrían llegar a unas elecciones primarias”, afirma.
Para conseguir la victoria en Iowa, hay que ir buscan el voto de puerta en puerta, casa a casa, vecino a vecino. “Así se identifica a los votantes y el día de los ''caucus'' puedes ir a convencerles para que vayan a votar a tu candidato. Recuerdo que en 1968 mi equipo hizo exactamente eso. Fuimos a la consulta de un dentista y reclutamos a 100 personas a las que llevamos en coche hasta la sala de votación. Esto es jugar sobre el terreno , no a través de internet o de la televisión. Caminar y de casa en casa”, argumenta Lehrman. Este hecho ha contribuido al éxito de Ted Cruz frente a Donald Trump. El magnate ha apostado por las campañas de televisión en vez de por las reuniones con los vecinos. Y perdió. “ Este juego sobre el terreno puede hacer variar entre un 5 y un 10% el resultado final de las votaciones”, asevera este experto.
Según las explicaciones de Lehrman, todavía no hay nada escrito en la carrera de las primarias, sobre todo en el terreno de los republicanos. Ganar en Iowa no es determinante. “En 1988, el candidato Demócrata, Dick Gephardt, puso todo su esfuerzo en Iowa y ganó. Sin embargo, este éxito no le llevó a atraer a más donantes y a reforzar así lo que le quedaba. Así que perdió al final frente a Michael Dukakis”, analiza. Queda todavía mucho para llegar a la meta, y los obstáculos crecen para algunos candidatos.
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