Gastronomía

Gastronavidades 2019: dónde comer y qué regalar

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Es tal la saturación de la oferta de consumo para estas fiestas, que cuesta muchísimo seleccionar tanto los regalos como los sitios de celebración aunque sea una elección de última hora. Así que, en cuanto a lo segundo, recientemente he descubierto un sitio en el que la protagonista es la anchoa y es perfecto para no reservar mesa, presentarte sin más ‘a lo loco’, y como si en Santander estuviéramos, comer unas ricas anchoas de Santoña en un local de moda, Lanchoa; claro que si lo que quieres es bajar los excesos y disfrutar de la comida sin engordar, para ello está el Zest. También Prístino es una apuesta segura, si queremos la cocina de toda la vida pero con un guiño a la vanguardia. O algo desenfadado, pudiendo uno perderse en el Experience Gourmet de El Corte Inglés de Goya, recientemente inaugurado. O ya, si nos salimos de Madrid y nos vamos a las afueras (concretamente a Valdemarín, la zona de moda de Aravaca) Pedegrú y su alta cocina es perfecta. Antes de hablaros de estos 5 templos del buen comer, me detendré en algunas ideas para estas navidades en modo de regalo-experiencia.

Entre mis ‘gastro-regalos’ recomiendo regalar la experiencia del Baileys de chocolate con churros (hasta el 22 de diciembre). Esta es la nueva apuesta de la marca que vuelve a aliarse con la chocolatería San Ginés, en donde hay un pop-up decorado como nunca, con la oferta de siempre, y con chocolate al Baileys. ¡Una locura para vivir en estas fechas, en familia o con amigos, en el centro de Madrid!

Aunque no menos alabanzas se merecen los amante del whisky con el sueño del segoviano Nicomedes García al crear el primer whisky español con ingredientes de su tierra y bajo criterios de máxima calidad en la elaboración. DYC 15 Colección Maestros Destiladores es un tributo a ese espíritu entusiasta y perfeccionista del fundador y la culminación de una gama de whiskies elaborados sin salir de España, que crece hacia la calidad. Se trata de una edición limitada de 24.000 botellas de un ‘single malt’ único de 15 años de envejecimiento y extraordinaria calidad.

Si nos salimos del concepto etílico, pero no menos idílico, otro ‘gastro-regalo’ podría ser un aceite AOVE: en concreto Almazaras de las Subbética, que por algo es reconocida Mejor Almazara Ecológica y Convencional y el Mejor AOVE Ecológico del Mundo 2019. Cual lujo sensorial y oro líquido verde puede ser una buena opción. En concreto, el que he podido probar, es el Serie Oro, el fresco más rústico, pero a la vez el más intenso y persistente. Coupage de Picuda y Hojiblanca que en nariz presenta un intenso frutado a aceituna verde y donde, principalmente, se manifiestan de forma muy marcada los aromas de huerta, como la tomatera, el tomate o la alcachofa. En boca, esta mezcla de Picuda y Hojiblanca, presenta una entrada dulce y fluida, que da paso a un amargo y picante medio. El retrogusto, también caracterizado por sus matices de huerta, nos sitúa finalmente ante un AOVE intenso y persistente.

Y si lo que te toca es viajar, una parada por el World Duty Free, en donde encontraremos lo mismo de siempre, pero con unas luces de navidad como nunca, que tuvieron, hace dos semanas, a Lucía Rivero de embajadora. Ahí todo vale. ¡Arrancamos!

El ‘top five’ de la Cata de Katy de la semana:

1. Lanchoa: Cantabria en Madrid con la historia más fascinante

Lanchoa (Calle Doctor Castelo, 14) es un emblemático imperio que rinde homenaje a Cantabria y a las famosas Anchoas de Santoña. Heredero de lo que es Lanchoa de Santander que lleva ya 5 años dando de comer anchoas a los visitante de la ciudad cántabra, la versión madrileña apenas llega al año. Decorado con una luz cálida en tonos anaranjados y con un suelo de cristal a través del cual se ven las clásicas latas de conservas combinadas con un techo repleto de las legendarias cajas de madera en las que suelen transportarse este manjar desde el mar a la cocina, los adictos a los pinchos y a las anchoas están de suerte. Fundado y dirigido Ivan Oliveri (quien me cuenta que termina en la hostelería a raíz de dedicarse al interiorismo), la carta de Lanchoa se podría resumir en numerosos pinchos que combinan la anchoa (¡cómo no!) con otros curiosos ingredientes: desde el queso, pasando por las gulas, los huevos de codorniz y demás. Aunque también nos podemos salir ligeramente del mundo de las anchoas, para degustar unos ricos calamares ‘a lanchoa’ o las croquetas de chipirón en tinta. ¿Un dato curioso? Lo que nadie sabe es que Iván Oliveri es cuarta generación de la familia que empezó a producir anchoas. Un hecho muy interesante, digno de reconocimiento, y que ahora lo tenemos en Madrid para seguir disfrutando de la historia y del buen hacer de otros.

Y es que fue en el s. XIX cuando se empezó a gestar este proyecto. Los hermanos Leonardo y Giuseppe Olivieri partiero de Sicilia rumbo a España. Iban directos al norte de España, para comprar bocarte, un pescado que por entonces no era apreciado por lo españoles. Ellos lo exportaban a Italia. Poco a poco la familia Olivieri fue asentándose en España, pasando de salazoneros a conserveros, y experimentando con nuevas fórmulas.

2. Zest: comer sin remordimiento de conciencia, ni de kilos

Si lo que buscamos es una cocina saludable, Zest (Calle Recoletos, 10) es tu sitio. Cuenta con una carta, de precios muy asequibles, compuesta de pasta que en verdad está elaborada a partir de konjac, que consigue que comamos sin remordimiento de conciencia, y conocida como “la nueva pasta”: con ello, pasaríamos de 500 calorías a 40. ¿Qué os parece? Lo mismo ocurre con el brownie, por ejemplo: elaborado a partir de calabacín y cuyo sabor es exactamente idéntico, pero infinitamente más sano, que el tradicional. En Zest los burritos vienen envueltos en tortillas banas en harina, o el pulpo se acompaña de salsa de boniato. Un sitio con mucho encanto, una decoración moderna, y además un asesoramiento nutricional con el servicio de Zai Herrera de ‘Delizai’ que te acompañará en tus nuevas rutinas culinarias para ponerte en forma. Un sitio perfecto para equilibrar las comilonas de estas navidades.

3. Prístino: la cocina de siempre con modernidad nunca vista

Acaba de abrir sus puertas en el paseo de Eduardo Dato, en el barrio de Almagro, un restaurante que recupera el ambiente cálido y la oferta sencilla, reconocible y a precios ajustados de las casas de comidas de antaño. Su nombre, Prístino (Paseo de Eduardo Dato, 8), significa ‘primigenio’, original, lo que no cambia; y así es su cocina, un compendio de los platos madrileños más tradicionales: callos, lentejas, potaje, pisto, bacalao, rabo de toro, peras al vino, etc. En pleno Barrio de Almagro, esta casa de comidas se caracteriza por una carta formada únicamente por recetas de siempre (la mayoría madrileñas), un ambiente confortable y un servicio profesional y cercano. Se trata de un establecimiento propiedad, entre otros socios, de Aitor Samperio, empresario hostelero que ha ostentado cargos de dirección en grupos como Larrumba o Mabel Hospitality.

4. Pedegrú: y que tiemblen Copa de Balón y Barbillon

Si nos salimos de Madrid, como os adelantaba, en Aravaca (Valdemarín) situado entre el famoso Copa de Balón y el Barbillon está situado un restaurante “de pedriguí”. De ahí su nombre: llevan medio año rodando y aprendiendo de lo que demanda su clientela con el único afán de mejorar y hacerles felices, Pedegrú (Avenida de Valdemarín, 167), hace alusión al ‘linaje’, y se llena de novedades con la intención de mejorar día a día y seguir conquistando desde el exclusivo barrio de Aravaca en el que se encuentra.

Las novedades han ido llegando también a la carta, como por ejemplo la original Urta con salsa de curry amarillo, aunque mantienen algunos de sus platos más exitosos, como el Sándwich Pedegrú (obligatorio comerlo con las manos), el Bulbo de hinojo, Nuestros Tigres o los Huevos rotos… que no pueden faltar en la comanda. Todo suena bien, pero sabe mejor, porque si algo prima aquí es el producto y ‘el resultado’ apetece a diario. En definitiva, se trata de una propuesta diferente (empezando por el espectacular local) con carro de aperitivos; opción de chef table entre bambalinas; cócteles, música en directo y varios espacios diferenciados que harán las delicias de quienes busquen un lugar para estar a gusto desde la mañana hasta la noche.

Por limar asperezas, Barbillon es mi sitio favorito para comerme unas ricas ostras y Copa de Balón un frasco GinTonic. ;)

5. El Corte Inglés lo ha vuelto a hacer: un Gourmet Experience en Goya a pie de calle y a pie del cielo

El Corte Inglés ha presentado la semana pasada un nuevo Gourmet Experience en su centro de Goya (Madrid), precisamente donde hace 10 años nació este formato gastronómico que rompió moldes al fusionar el retail y la degustación de productos de alta calidad. La compañía vuelve a apostar por la innovación al reinventar su primer Gourmet Experience con un nuevo espacio más novedoso y atractivo para el cliente.

El nuevo Gourmet Experience de Goya, que abre sus puestas tras cuatro meses de obras, duplica su superficie original hasta los 1.400 metros cuadrados, incorpora nuevos operadores, se potencia con una entrada directa desde la calle, propone una nueva ambientación con una cuidada puesta en escena, y mejora el servicio al cliente con más de 50 profesionales cualificados. Entre las novedades e innovaciones con las que cuenta el nuevo Gourmet Experience, que ofrece más de 4.200 productos seleccionados, figura una cava de conservación de quesos para que las piezas evolucionen en las mejores condiciones, y una bodega para jamones donde se recrean las mismas condiciones de su hábitat natural.

Destaca la gran barra de degustación, con una amplia propuesta de salmón, caviar, tapas y pinchos, así como una completa oferta de ostras de la firma Guillardeau. Además, el cliente también podrá elegir cualquier producto de la tienda y pedir al personal que se lo preparen y se lo sirvan sin coste adicional al precio que marca. Entre las novedades del nuevo Gourmet Experience de Goya, destacan el espacio de Niji, con los mejores mochis, el postre japonés por excelencia; el pan artesano de John Torres, siguiendo la estrategia de El Corte Inglés de contar con los mejores panaderos de España; y un gran desarrollo de productos refrigerado que alberga probióticos de alta calidad, zumos prensados (cold press), cervezas, bebidas vegetales, y la mejor selección de fruta cortadas.

El centro de Goya estrena una nueva estética con una puesta en escena de amplios espacios y un nuevo mobiliario diseñado ad hoc para este espacio singular. Además, cuenta con un sistema de etiquetas electrónicas por radiofrecuencia que permite optimizar recursos.