Woody Allen
Las tres bodas de la Duquesa de Alba
Fiel a sus ideales y a su alma bohemia, supo ser la novia y protagonista de tres enlaces muy distintos, mientras España dejaba atrás la dictadura para abrazar la democracia y el planeta redibujaba sus fronteras y luchaba por cerrar sus heridas tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. El mundo giraba. La Duquesa, no.
De blanco, para el padre de sus hijos:
La boda con Luis Martínez de Irujo
Fue el primer enlace y el más multitudinario. Tanto es así, que hasta la Prensa extranjera se hizo eco de los 20 millones de pesetas que se gastaron en la ceremonia. Se celebró el 12 de octubre de 1947 en la Catedral de Sevilla y fue la única vez en la que Cayetana se vistió de blanco.
La Duquesa y Luis Martínez de Irujo se dieron el «sí quiero» dos meses después de que el legendario Manolete falleciese tras la cogida de Linares. Ese mismo año, en 1947, Eva Perón visitó España y Franco aprobaba la Ley de Sucesión a la Jefatura de Estado. Miguel Delibes ganaba el premio Nadal por «La sombra del ciprés es alargada» y Ana María Matute recibía una mención especial por su novela «Los Abel».
Con polémica: el enlace con Jesús Aguirre
Seis años después de enviudar, la Duquesa subió nuevamente al altar, pero esta vez del brazo de su gran amor: el ex sacerdote Jesús Aguirre. Ajenos a la polémica que surgió por su relación, contrajeron matrimonio en el Palacio de Liria el 16 de marzo de 1978.
Cayetana subió de nuevo al altar tres meses antes de que arrancase el Mundial de Fútbol en Argentina, en el que Kubala era el entrenador de la Selección Española. Ya habían pasado tres años desde que Arias Navarro anunciase al mundo la muerte de Franco y España estaba a punto de celebrar el referéndum que ratificaría la actual Constitución. Woody Allen ganaba cuatro Oscar con su película «Annie Hall».
La definitiva: con Alfonso Díez
Alfonso y Cayetana quisieron que sólo los más allegados presenciaran su matrimonio, en octubre de 2011. A pesar de su tamaño, la capilla del Palacio dio cabida a los contrayentes, los padrinos y a más de 20 de los 35 invitados. Los pequeños detalles, ideados por Victorio y Luchino, incluían unas telas en tonos rosas y blancos para los reclinatorios y la inclusión de sillas especiales. El primogénito de la Duquesa, Carlos Martínez de Irujo, duque de Huéscar, fue el encargado de acompañar a su madre hasta el altar.
Cayetana Fitz-James Stuart quiso celebrar con Sevilla su tercera boda, el «sí quiero» que le une en matrimonio a Alfonso Díez, hasta ayer funcionario del Ministerio de Trabajo y que ya es Duque consorte de Alba. Pasaban diez minutos de las dos de la tarde, con 33 grados de temperatura, cuando se vislumbraba a los recién casados en los jardines del Palacio de Dueñas. Con ritmo pausado y el gesto relajado, caminaron al frente.
El guión siguió según lo previsto, con la ausencia de Eugenia y Jacobo y la compañía de los otros cuatro hijos de Cayetana, la presencia de los diseñadores Victorio&Lucchino en el enlace –a priori no estaban invitados–, los tres de los seis hermanos de Alfonso junto con su tía-abuela y su sobrina, además algunos de los ex de los hijos de la Duquesa, entre los que destacó Genoveva Casanova, a la que se vio muy cariñosa con el padre de sus hijos, Cayetano Martínez de Irujo.
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