Perder la cabeza en Ascot

La cita imprescindible de la alta sociedad británica ya está aquí, y con ella, los tocados más surrealistas del mundo.

En Ascot no existen las palabras discreción y sencillez. Ni siquiera existe la palabra vergüenza. En Ascot existen las palabras atrevimiento, desvergüenza y osadia. Allí se pierden los papeles y la discreción. Eso sí, siempre dentro del protocolo que exige la asistencia a estas carreras las que los protagonistas deberían ser los mejores caballos, de sangre casi tan real como la de los anfitriones del evento... pero no. Lejos de los trotadores de crines brillantes, los flashes se posan en 1) la Familia Real británica (que uno no organiza un evento para que le dejen de lado) y 2) los tocados de los asistentes.

Variopintos y de todos los colores y formas, todos ellos pelean por cubrir su cabeza (por orden real) de la forma más estrafalaria. Cuanto mayor sea el diámetro, mejor. cuando más relieve tenga, mejor aún. De los pavos reales a las flores por doquier, repasamos en clave de humor las 'mejores cabezas' que se han dejado ver, hasta ahora, en Ascot. Puedes ver todos los looks aquí:

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