Rojo
Teresa Helbig: Fiesta con asalto a la nevera
Diseñadora. Tan lejos de los fogones como cerca de la moda, tiene en su madre a la mejor aliada con la comida
Diseñadora. Tan lejos de los fogones como cerca de la moda, tiene en su madre a la mejor aliada con la comida
Su Selfierreceta: Sopa de sandía
Ingredientes
-1/4 kg. de sandía, sin pepitas
-4 tomates maduros
-Una cebolla
-Un pimiento verde
-1/2 pimiento rojo
-1/2 calabacín
-Un ajo
-1/2 vaso de aceite de oliva
-1/2 vaso pequeño vinagre
-sal al gusto
Elaboración:
Mezclar todo bien en un vaso batidor y dejar enfriar en la nevera para que sea lo más refrescante posible.
Teresa Helbig bastante tiene con ser una de las mejores diseñadoras de moda como para ser una chef excelente, claro que puede permitirse no serlo porque cuenta con una súper madre –también llamada Teresa– que ejerce de costurera en el taller y de cocinera de casa. «Me encantaría saber cocinar, pero en casa sobrevivimos gracias a Teresa madre, que es la cocinera oficial. Disfruto mucho con la comida. No me gusta quedarme saciada, prefiero ir picando aquí y allá. Alrededor de una mesa he pasado algunos de los mejores momentos de mi vida». Y esos momentos incluyen rastrear otras culturas: «Me gustan todas las cocinas. Las ligeras como la japonesa, la tailandesa y la griega, las contundentes de India, México, Corea, Rusia, Líbano o Marruecos, la mediterránea, por supuesto, y la italiana».
Sus elegantes trajes son una proyección de sus gustos: «Lo clásico y lo de siempre. Platos de cuchara en invierno; y gazpacho, fruta y ensaladas en verano». Estar reñida con los fogones no significa que no tenga que ir al mercado y, así, saca tiempo para ir a comprar los sábados. «Lo básico para el día a día» y lo que Teresa llama «potenciadores de conversación»: quesos, chocolate, fruta, champagne, yogures de granja, pasta fresca...».
Observa mucho cómo cocina su madre, con la intención de aprender, pero sin atreverse a reproducir ninguno de sus platos, de ahí que apueste por «esos encuentros informales donde todo el mundo se siente en casa y va a la cocina y coge lo que quiere. Una fiesta con asalto a la nevera es una buena fiesta. La norma es que lo que haya a disposición de los comensales sea bueno: buen jamón, buenas verduras frescas, buen pan, buen vino, una tabla potente de quesos y olivas». Todo de la mejor calidad.
w vacilona y barriobajera
Es una consumidora acérrima de las cocinas de fusión y su referencia es el cocinero de la cresta y en la cresta, David Muñoz y su DiverXO. De vez en cuando, y para experimentar, Teresa se acerca a esta cocina de vanguardia. «Es interesante siempre, divertida a veces, vistosa, conceptual y persigue un esfuerzo evolutivo, pero a mí me gusta lo clásico. En mi mesa y en la del restaurante». Su concepto de «menos es más con calidad» lo aplica a su vida diaria y está presente tanto en sus diseños como en la comida. «Intento comer sano. Ayuda el hecho de ser frugal. Mi norma es: calidad. Algo que sirve tanto a la comida como a la moda». Sobre las modas es cautelosa, tanto en su vida profesional, que no sigue ninguna entre las que siempre se debate el mundo de la moda, como en su salud. «La palabra ‘‘tendencia’’ hay que ponerla siempre en cuarentena.
El objetivo es la salud a través de la calidad. Y cuando viaja, no es nada clásica, ella no solamente arriesga, si no que hace acopio de viandas, por si acaso «hay que probarlo todo al menos una vez. Después, a veces no repito, eso es verdad. Me traigo lo usual; bebidas, especias, preparados para salsas, hierbas secas, mostazas y chutneys». Una mujer que tiene muy en cuenta el país que visita y lo que de allí puede aprender y traer en la maleta de vuelta.
Mi restaurante favorito
«Tenemos la suerte de tener algunos de los mejores cocineros del mundo en nuestro paÍs. Uno de mis restaurantes favoritos es el de Carles Gaig».
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