A Paula «le gusta» este Busta

Aunque desde su crisis matrimonial ha perdido forma física, es con sus kilos de más como la actriz desea al cantante, quien, según su entorno, está estresado, apático y obsesionado por volver con ella.

Los problemas matrimoniales están influyendo muy negativamente en la vida, y sobre todo en la imagen, de David Bustamante. El cantante ha experimentado un cambio físico patente en sus últimas apariciones públicas, tal y como se pudo apreciar durante la celebración de la Primera Comunión de su hija Daniella en San Vicente de la Barquera. Luce una figura más robusta que antaño, con algunos kilos de más. Han desaparecido de su cuerpo sus tan admirados bíceps y esa «tableta» que marcó su fisonomía durante época, producto de muchas horas de gimnasio y deporte. Una lesión de rodilla, aún no curada del todo, le impide machacarse como antes, pues no puede hacer excesivos esfuerzos.

Curiosamente, su todavía mujer, Paula Echevarría, confesaba esta misma semana a un amigo que «a mí me gusta más así David», lo que, en cierto modo, supone un guiño a una posible reconciliación. Además, él está deseando salvar su matrimonio y ella nunca ha cerrado las puertas al reencuentro con su marido. Sin embargo, supuestamente fue la actriz quien más animó al padre de su hija a que hiciera ejercicio. Cuando se conocieron, Bustamante ya sufría sobrepeso. Él confesó que «a los 20 años comencé a llevar una vida más sedentaria. Engordé y me puse en 92 kilos. Me ahogaba y bajaba mi calidad vocal porque necesitaba coger aire». Aun así, Paula está enamorada del hombre y no de su físico, y entiende que las lesiones importantes necesitan de un largo periodo de rehabilitación y recuperación. La evolución, en el caso de su esposo, está siendo más lenta de lo que se había previsto.

Un amigo del círculo más cercano del artista cántabro desvela a LA RAZÓN que «David lo está pasando muy mal desde que se distanció de Paula. Le hemos dicho que reaccione y se cuide más, que haga deporte, pero no atiende a razones y contesta que él sabe muy bien lo que tiene que hacer...». Tampoco se le ha visto últimamente jugando al golf y al paddle, que son dos de sus grandes aficiones. La rodilla maltrecha es un hándicap para encarar con el ritmo y las condiciones suficientes del deporte de la raqueta, y su cargada agenda musical le deja poco tiempo para recorrer los campos de golf.

No es la primera vez que engorda y se convierte en objeto de críticas de aquellos que en las redes sociales le llamaban obeso, aunque David supo defenderse: «Hay personas que en épocas de estrés apagamos la ansiedad con la comida y no, no es agradable que gente sin escrúpulos te esté recordando continuamente que no estás en tu peso. Mi subida de kilos no pone en riesgo mi salud, puesto que no tengo obesidad. Mi peso volverá a ser el que era, es reversible, pero vuestra cara y maldad no, esa no se puede cambiar. Sigan criticando, y yo a lo mío, que de momento me va muy bien». La angustia de pensar que podría perder definitivamente a Paula de su vida le ha empujado a revivir aquella situación. El abandono de los buenos hábitos y los excesos alimenticios le están pasando factura. Así se pudo apreciar en la entrevista que le realizó Risto Mejide en su programa, así como en sus últimas apariciones públicas.

Ataques de ansiedad

Otra persona nos conduce hacia «los ataques de ansiedad que viene sufriendo desde que se “separó” de su mujer. Lo vemos nervioso, algo apático, con demasiado estrés y obsesionado por encauzar su relación con ella. Ahora le espera una gira de conciertos veraniegos por toda España y debería centrarse más y separar su vida personal de su profesión». También se rumorea que las salidas nocturnas del intérprete con su grupo de amigos no le benefician lo más mínimo, ya que, al parecer, en su pandilla hay algunas personas poco recomendables. Por su parte, Echevarría ha contado a sus amigas que alguna de sus crisis de pareja se produjeron precisamente por culpa de esas escapadas.

El próximo 25 de julio se cumplirán once años del enlace matrimonial de ambos. Los dos reconocieron en ese día tan especial que «lo nuestro fue un flechazo». Llevaban tan solo nueve meses de relación cuando decidieron pasar por el altar. Y hasta que se descubrieron en el primer trimestre de este 2017 sus diferencias sentimentales eran considerados como uno de los matrimonios más estables del mundo artístico. Por eso, muchos se sorprendieron al enterarse del distanciamiento de la pareja.