Papel
Ana Boyer: «No me voy de casa porque mi madre no me echa»
Ana Boyer. Consultora. La joven disfruta de un momento dulce en su relación con Fernando Verdasco, aunque aún no ha superado la muerte de su padre
Había 30 fiestas organizas por toda España para celebrar la llegada de los primeros Discovery Sport a España y Ana Boyer escogió Lorca para ver cómo descendía en helicóptero la primera unidad que se posaba en el concesionario Premium de la localidad. ¿Y por qué Murcia? Porque es una localidad estupenda. A la misma hora que Ana Boyer probaba el Land Rover en Lorca su novio Fernando Verdasco, 31 en el puesto mundial de tenistas, se jugaba en California el campeonato de Indian Wells.
–Ana, ¿ahora se juega mejor al tenis en casa?
–No. Sólo yo, porque Enrique tiene una campeona en casa para practicar siempre que quiere. En Navidades jugaron un partido y les vimos bastante picados.
–Sus hermanos estarán encantados al tener a Verdasco en la familia.
–A ellos les da igual el tenis... Ellos miran a Fernando como otra cosa. Si a mí me va bien, ellos contentos.
–¿Con quién se lleva mejor su novio?
–Con mi madre se lleva fenomenal y con mis hermanos también. Y tengo la suerte de que ha encajado muy bien con todos. A Julio es verdad que le conocía de antes. Ha conocido a los Boyer, pero no tiene la misma relación con ellos porque nos vemos menos. Fernando con quien se tiene que llevar bien es conmigo.
–¿Está sorprendida por cómo ha ido su relación?
–Llevamos un año y medio. Si me preguntas por el principio de la relación, pues obviamente no me veía. Sin embargo, muy rápidamente sí que me iba convenciendo porque es un hombre muy dulce. Yo creo que hay mucha complicidad entre nosotros. Nos llevamos muy bien y para mi es súper buena persona. Se le ve muy transparente. Y ha encajado muy bien con todo mi entorno. Estoy encantada. Fernando está siendo un apoyo vital. No tengo palabras para describirlo. Ha estado siempre a mi lado, cada vez que ha ocurrido algo importante ahí estaba él.
–Pero un noviazgo a distancia debe ser complicado.
–Fernando tiene un calendario duro. Entre 25 y 35 torneos al año y cada torneo dura una semana o dos, por lo que al final está siempre viajando. Es verdad que la distancia no es lo más fácil, pero a día de hoy lo estamos llevando bastante bien. Siempre que puede viene y si es fin de semana y está cerca voy yo a verle. Cuando está en Madrid salimos a cenar, nos gusta mucho ir al cine, somos bastante caseros y también practicamos deporte. A Fernando no le gusta salir por la noche. Se va a dormir todos los días a las once, igual que mi madre. No sé si porque habla con mis hermanos y por el cambio horario se duerme tarde.
–Verdasco tiene que compaginar una vida normal con las exigencias de un deportista.
–Hay que ser muy disciplinado y seguir unas rutinas. No es fácil porque casi estás viviendo en un hotel. Llevas ese estilo de vida desde que eres jovencísimo y te saltas muchos momentos que viven otros jóvenes con sus amigos mientras que tú estás a otra cosa. Lleva años viajando todas las semanas de su vida pero le compensa porque le apasiona el tenis.
–La que siempre parece que queda descolgada es Chabeli.
–En mi caso me llevo muchos años con ella. Lleva una vida muy casera. Tengo muchas más cosas en común con Tamara. Chabeli está en otra fase de la vida. Tiene hijos y le encanta darse paseos por el bosque o marcharse a su casa en las afueras, en medio de la nada. Lo bueno es que Julio, Enrique y Chabeli viven muy cerca en Miami.
–¿Y cuándo le llegará esa fase de los niños a usted?
–Aún me queda. Tengo 25 años, esperaré a cuando tenga la edad de Chabeli. Formaré una familia pero ahora no. Eso sí, me apetece mucho, al igual que a Fernando, pero falta mucho tiempo. Algún día me casaré y por la Iglesia.
–¿Le gustaría tener muchos niños?
–No me lo he planteado, según venga. No sé: dos, tres... eso dependerá de cómo sean los embarazos. Lo que Dios me mande.
–¿Ahora que Tamara cuida a su madre está pensando en independizarse?
–Si hubiera querido ya me hubiera independizado. No lo he hecho porque no quiero y porque mi madre no me echa. Yo vivo encantada en casa. A fin de cuentas para irme y estar sola... No es el momento. Además, Fernando está siempre fuera viajando por trabajo.
–¿Qué me puede decir de los otros hermanos, los Boyer?
–Tengo buena relación, pero los que hemos hecho siempre más piña son los hermanos por parte de madre, que siempre ha tirado mucho de nosotros y eso se nota.
–¿Cómo están superando la pérdida de su padre?
–Obviamente han sido los meses más difíciles de nuestra vida y está siendo un momento muy complicado. Intentas volver a la normalidad poco a poco, pero siempre hay momento bajos y altos. Mi madre y yo somos fuertes, nos hemos apoyado mutuamente y hemos hecho un esfuerzo grande para intentar volver a la normalidad. Sin embargo, volver a la normalidad nos llevará mucho tiempo. Seguimos teniendo días muy duros. No creo que el duelo pase pronto. Los cinco hermanos hemos estado muy pendientes de mi madre. La llaman diariamente y sus amigas también. Han estado insistiendo en que no se quedara sola en casa, en que saliera y que estuviera entretenida. Lo que quiero es que mi madre esté feliz.
–¿De ahí la idea de montar la empresa las dos?
–Mi madre está muy ilusionada con las cremas y muy centrada en ello. De momento, no tenemos más proyectos en marcha. Estoy muy concentrada en mi trabajo de consultoría estratégica.
–¿No le echan en cara ser la «lista» de la familia?
–No. Cada uno ha tenido éxito en lo que hace, aunque ninguno llegamos al que tiene Enrique. Sí, soy la universitaria de los hermanos pero estamos todos muy unidos. Julio se alegra muchísimo con el éxito de Enrique, ellos se adoran como nos sucede al resto.
De vuelta a casa
Tras vivir unos años sola, Tamara ha vuelto a la casa familiar, algo que a Ana Boyer le ha supuesto un balón de oxígeno. «La verdad es que tanto mi madre como yo estamos encantadas. Tenerla de vuelta al hogar es una alegría. Boyer no puede disimular la gran complicidad que hay entre las dos: «Es estupendo estar con ella todo el día, verla continuamente... Ana respeta mucho la implicación de su hermana con el catolicismo. Y así lo afirma: «Sigue con sus cosas, echándonos agua bendita y en los ratos muertos que estas en el sofá o no estás haciendo nada, poder compartir con ella ese tiempo es una gran alegría».
✕
Accede a tu cuenta para comentar