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«Brangelina», ¿un divorcio de 480 millones de dólares?

Al actor (en la imagen con Jolie y sus hijos) le podría esperar un duro divorcio y una dolorosa batalla por la custodia
Al actor (en la imagen con Jolie y sus hijos) le podría esperar un duro divorcio y una dolorosa batalla por la custodialarazon

Medios sensacionalistas de EE UU se han hecho eco de una posible separación de Brad Pitt y Angelina Jolie, aunque ellos los niegan.

Las malas lenguas llevan años tratando de acabar con su matrimonio. En sus más de diez años de relación, los ha habido de todo tipo y color, sin que eso parezca que haya afectado el normal discurrir de la pareja más perseguida y envidiada de Hollywood, Brad Pitt y Angelina Jolie, dos pesos pesados por su importancia en diversas causas y por haberse sabido mantener en la cresta de la ola cinematográficamente hablando. El último proviene de varias publicaciones de corte amarillista, con «The National Enquirer» a la cabeza, que en su última edición se hizo eco de las anomalías e infidelidades que parecen estar sacudiendo a la pareja. De acuerdo a sus fuentes, anónimas como ya suele ser habitual, el matrimonio se ha roto después de que Pitt pillara a su célebre mujer traicionándole con otro. El diario publicó una foto de Jolie hablando con uno de los miembros del equipo de producción de un nuevo largometraje en el que está trabajando, un rodaje que tiene lugar en Camboya, el país en el que adoptó a uno de sus seis hijos.

Ojo por ojo

En realidad, no hay nada punible en la instantánea, pero viene a ilustrar lo que comenta la fuente. Es decir, que Jolie está enamorada de este hombre y que la naturaleza de su relación es atípica, un asunto que se convirtió en tema de conversación durante el rodaje y que llegó a oídos del actor de «Thelma y Louise» y tantas otras.

Pero el asunto no termina ahí, porque asegura la revista que la cólera de Pitt le llevó a tomarse una súbita venganza, refugiándose en los brazos de una belleza rubia sin nombre, al menos de momento y mientras se aclara el entuerto. «Un divorcio de 480 millones de dólares le espera con una dolorosa batalla por la custodia de sus hijos», concluye esa persona. De ser cierto, constituiría una auténtica bomba para la esfera de la meca del cine, aunque, de acuerdo a otras fuentes más serias, no es más que una invención para vender revistas, después de que la pareja se dejara ver en el festival de cine de Camboya en buena sintonía y que estrenaran su segunda cinta juntos hace unas semanas, «By the Sea». La crítica, por cierto, ha sido bastante dura con el trabajo de corte europeo de Jolie, aunque eso es otra historia.

Precisamente, durante la promoción de ese trabajo, ambos se dieron el lujo de aclarar los problemas que todas las parejas suelen tener después de años de relación, al calor además de un filme que precisamente se ocupa de los problemas de un matrimonio con ellos dos como protagonistas.

Pitt aprovechó la coyuntura para hacer una declaración explícita de amor a su pareja. «Estoy sorprendido de lo mucho que nuestra historia significa para mí, de que tenemos este recorrido juntos, que nos conocemos bien, y que nos vemos hacernos mayores a través de increíbles momentos de alegría y tristeza». Ella, por su parte, aclaró que nada de lo que se ve en su última película como directora tiene que ver con lo que viven ellos en la realidad, puesto que no hubiera tenido sentido retratarse de una manera tan abierta ante el mundo. Es una forma de zanjar el enésimo rumor en torno a su amor. Han sido tantos los aparentes enfrentamientos entre ambos que es difícil mantener la cuenta. Lo cierto, hasta la fecha y ateniéndose a los hechos estrictos, es que ambos han sabido mantener sus problemas en privado y que de puertas para afuera su relación va bien con sus seis hijos como testigos.

Aparentar normalidad

El mayor, Maddox, que ya tiene 14 años, fue adoptado en un orfanato camboyano en marzo de 2002. Tres años más tarde se uniría una niña a la familia, Zahara Marley, una huérfana de Etiopía, antes de tener a Siloh en un hospital de Namibia, lejos de las cámaras de los paparazzi. En marzo de 2007, Jolie adoptó a otro niño, esta vez en Vietnam, unos años antes de tener gemelos, para cerrar la media docena que componen el hogar Jolie-Pitt. Entre todos los hermanos, parece, hicieron fuerza para que sus padres accedieran a pasar por el altar, tras años de convivencia sin la necesidad de firmar un documento legal.

Mucho tendrían que torcerse las cosas para que llegara un divorcio un año y medio después de su matrimonio íntimo y exclusivo. Pese a la insistencia de la Prensa, no han dado ni una sola pista que haya hecho entrever, de verdad, que en algún momento hayan pensado en separarse. Ni siquiera los graves problemas de salud de Jolie, como la doble mastectomía a la que se tuvo que someter para esquivar el cáncer, parecen haber golpeado su relación.

Aún así, el entorno rosa que les persigue a sol y a sombra sigue hablando de falta de noches románticas, de los muchos problemas para coincidir entre rodaje y rodaje y del cansancio de una relación que han querido deshacer los medios en multitud de ocasiones. De momento, nada de nada. Estos chicos no dan su brazo a torcer, por muchos ejemplares que quieran vender los editores norteamericanos.