Casas reales
Carlos de Inglaterra: Meghan le roba el trono en su setenta cumpleaños
Sus hijos y sus respectivas mujeres se han convertido en el «dream team» de la monarquía británica y, en especial, la presencia de la norteamericana levanta pasiones.
Sus hijos y sus respectivas mujeres se han convertido en el «dream team» de la monarquía británica y, en especial, la presencia de la norteamericana levanta pasiones.
La vida del príncipe Carlos siempre ha estado marcada por mujeres. Sobre todo, por su madre, Isabel II, que a sus 92 años se niega a abdicar y ha provocado que su hijo sea el eterno heredero a un trono que nunca llega. Por su parte, Diana le dio en un principio sus mayores cotas de popularidad, aunque luego lo bajó a los infiernos con una de las épocas más tumultuosas que se han vivido en palacio. Y luego está Camilla, su gran amor, que le aporta la estabilidad que necesitaba, pero aún a día de hoy cuesta que sea aceptada por algunos británicos. Lo que el príncipe no podía imaginar es que al cumplir los 70 otra fémina iba a cruzarse en su camino para marcar un aniversario tan señalado. Y esa no es otra que Meghan. La otrora actriz fue la responsable de mostrar una de las facetas más tiernas del heredero cuando éste la acompañó hasta el altar en la que fue la boda del año. Su padre le dio plantón en el último momento y era Carlos quien ocupó su lugar, dejando patente la buena relación existente entre suegro y nuera. Fue un gran comienzo. El problema es que si con William y Kate la atención respecto al heredero había quedado relegada a un segundo plano, ahora con Harry y Meghan su agenda pasa ya casi desapercibida. Sus hijos y sus respectivas mujeres se han convertido en el «dream team» (equipo de ensueño) de la monarquía británica y, en especial, la presencia de la norteamericana levanta pasiones. Este fin de semana, sin ir más lejos, toda la familia real acudirá a los diferentes actos organizados con motivo del Día del Recuerdo y del Centenario del Armisticio, una cita especialmente relevante en la agenda británica porque marca el final de la Primera Guerra Mundial. El foco de atención debería estar puesto en el príncipe, al fin y al cabo, futuro rey. El año pasado, Isabel II, por primera vez, le dejó el honor de depositar una corona de flores junto al monumento de Whitehall. Institucionalmente es un gesto de suma importancia, ya que se interpreta como una «transición tranquila». Y, sin embargo, de quien habla la Prensa es de Meghan. Son los duques de Sussex quienes acaparan titulares con sus apariciones públicas, con sus giras y, por supuesto, con la noticia de su embarazo, un gran acontecimiento en Buckingham que tiene consecuencias directas para el futuro monarca. Con la llegada del futuro bebé, los duques de Sussex y los de Cambridge –que actualmente comparten «oficina» en el Palacio de Kensington– han pedido separarse. Se trata, al fin y al cabo, de una transición natural porque los príncipes han formado ya sus propias familias. Y mientras que los hijos de William y Kate inevitablemente van a estar siempre bajo la atenta mirada de la Prensa –al fin y al cabo, el pequeño Jorge será algún día rey–, Meghan quiere criar a su retoño, en la medida de lo posible, dentro de la mayor privacidad. Aunque no hay confirmación oficial, la división de la oficina tendrá lugar seguramente en primavera, cuando está previsto que la norteamericana dé a luz. Para entonces, Harry y Meghan dejarán la casa de dos habitaciones de Nottingham Cottage en la que viven ahora para mudarse a una nueva residencia. El problema que plantea la fragmentación es la financiación, ya que tanto los duques de Sussex como los de Cambridge dependen del príncipe de Gales. Y parece que Carlos no está demasiado contento con ampliar gastos, sobre todo teniendo en cuenta que el año pasado la cuantía ya aumentó en un 40% debido principalmente a una gran número extra de compromisos oficiales asociados con la llegada de Meghan a palacio.
Aunque tampoco es que tenga motivos para preocuparse. El patrimonio del heredero para sus gastos personales (y las agendas de sus hijos y consortes) proviene de la gestión del ducado de Cornualles. En 2015, el «salario» de Carlos llegó, por primera vez, a los 23 millones de euros anuales, lo que elevó la suma total de los activos en su poder a 1.172 millones. Sin duda, una cifra razonable para una buena celebración de cumpleaños. En cualquier caso, la cena de gala que tendrá lugar el próximo miércoles en Buckingham será organizada por la soberana en honor al homenajeado, a la que acudirán los Windsor y varios miembros de la gran familia europea. Entre ellos no estarán los Reyes de España, pues Don Felipe y Doña Letizia están de viaje de Estado a Perú. De cualquier forma, será Meghan quien, de nuevo, acapare todas las miradas.
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