Dime dónde has ido... Amaia

En el año 2000 Amaia Montero entonaba el hit «París», de LODVG, uno de los versos más melancólicos del pop español. Dos décadas más tarde aquel «Dime dónde has ido...» vuelve a asaltarnos al contemplar, perplejos, el irreconocible rostro de Amaia. Y es que su cara fue lo más comentado de la XXII Edición de los Premios Cadena Dial celebrados el pasado 15 de marzo. Momento en el que se encendió la alarma mediática. ¿Rellenos?¿Botox?¿Un golpe desafortunado de bisturí? ¿O todo junto? El cirujano plástico Javier Mato Ansorena, al frente de las Clínicas homónimas, nos da las claves del insólito aspecto de la irunesa. «Está más gordita y esto repercute también en sus facciones, que se han ensanchado», asegura. Pero el cambio de talla de Amaia no es el culpable exclusivo de su transformación. Sobre el cariz de su mirada Mato Ansorena, especialista en lifting, desmiente: «No creo que hayan sido capaces de hacerle un lifting coronal (tercio superior) porque se dejó de practicar hace tiempo y además deja una cicatriz visible. Sin embargo, no descartaría un lifting de cuello». Lo que sí puede confirmarnos con total seguridad, es el abuso de botox y rellenos: «Es muy probable que esa mirada esté causada por la elevación exagerada de las cejas. Lo mismo sucede con los pómulos y el mentón, donde se ve claramente que se ha inyectado rellenos. Es el típico caso de un rostro mal pinchado, por eso notamos un cambio tan extremo», afirma.