Lifestyle

Duquesa de Alba: Una escultura para el tercer aniversario de su muerte

Cayetano Martínez de Irujo prepara un homenaje a su madre, el 20 de noviembre, al cumplirse tres años de su muerte. Para ello ha encargado una escultura en la que, en forma de ángeles, aparecen representados los seis hijos de la duquesa

Duquesa de Alba: Una escultura para el tercer aniversario de su muerte
Duquesa de Alba: Una escultura para el tercer aniversario de su muertelarazon

Cayetano Martínez de Irujo prepara un homenaje a su madre, el 20 de noviembre, al cumplirse tres años de su muerte. Para ello ha encargado una escultura en la que, en forma de ángeles, aparecen representados los seis hijos de la duquesa.

Todo se está llevando con la mayor discreción, sin alardes ni efectos mediáticos. Cayetano Martínez de Irujo es el impulsor de un entrañable homenaje a su madre, la Duquesa de Alba, que tendrá lugar el 20 de noviembre, fecha en la que se cumple el tercer aniversario de su fallecimiento. El Duque de Arjona quiere que su progenitora tenga el homenaje que se merece en una ciudad a la que tanto amaba, Sevilla, y en un lugar que ella contribuyó financieramente a construir, la Iglesia del Valle, donde se conserva la imagen del Cristo de los Gitanos, del que la duquesa era devota. Tal y como consta en la web de esa cofradía, «por expreso deseo de su familia, sus cenizas reposarán en el Santuario de la Hermandad de los Gitanos, en una de sus capillas laterales, en el lugar designado de común acuerdo entre la Junta de Gobierno y La Casa de Alba, previo consentimiento de la Autoridad Eclesiástica, tramitado por el Cabildo de Oficiales de la Corporación».

Cayetano ha encargado un pequeño monumento para honrar a su madre. Y se han abierto dos cuentas corrientes para que los que lo deseen contribuyan económicamente a sufragarlo. El aristócrata desvela a LA RAZÓN que «mi madre me confesó que quería que sus cenizas reposaran en esa iglesia que gracias a su aportación se pudo construir. Ella consiguió el terreno y financió la edificación del templo. Y ahora se construirá allí la Casa de la Hermandad de los Gitanos». La aportación de la aristócrata fue de 601,012 euros. Y las dos cuentas abiertas son la de la Caja Rural del Sur (ES85 3187 0317 2848 3549 0 725) y la Caixa (ES75 2100 8436 4302 0054 5352).

–A su madre le habría gustado mucho vivir esta gran muestra de cariño.

–Seguro que sí. Era muy devota de ese Cristo, y quería que hubiera algo especial que la representara en su templo, junto al lugar donde están depositadas sus cenizas. Ahora hay colocada una placa, pero el proyecto que llevamos a cabo es muy emotivo. Le estamos poniendo una gran ilusión.

–¿En qué consistirá el homenaje?

–Se encargó a un arquitecto y un marmolista un pequeño monumento, de un metro y medio de altura, nada ostentoso. Es una escultura con un hueco en el medio en el que irán unos versos de la Marquesa del Mérito. Alrededor, edificios que representan la Giralda o la plaza de La Maestranza, y seis ángeles que nos simbolizan a los seis hijos. Y supone el gran amor que nuestra madre sentía por Sevilla.

–¿Sus hermanos participan también en el proyecto?

–Hablé con el mayor, con Carlos, actual Duque de Alba, y le gustó mucho la iniciativa. También lo hice con Eugenia y Fernando... Y mandé en su momento un e-mail a mis cinco hermanos informándoles de todos los pormenores del mismo.

–¿Cómo recuerda a su madre?

–Con todo el cariño del mundo. Murió antes de lo esperado y dejó un vacío muy grande en la familia. Estos últimos años han sido muy difíciles para mí, la muerte de mi madre, una enfermedad derivada de una obstrucción intestinal que casi me lleva a la muerte... Pero también recuerdo con inmensa emoción mi íntima relación con ella durante sus últimos años de vida. Me costó recuperarme de su adiós, y ahora que me siento más fuerte en todos los sentidos me he involucrado totalmente en su homenaje.

–¿Está usted mejor de salud?

–Gracias a Dios, sí.

–¿Quién pone el dinero para pagar el monumento?

–Hemos abierto dos cuentas bancarias para que quien quiera aporte dinero. La Hermandad de los Gitanos no es una entidad económicamente boyante...

–¿Cuándo estará lista la escultura?

–Ya está acabada en arcilla, falta el recubrimiento en mármol italiano.

–Le noto eufórico...

–Es que este homenaje supone para mí un sueño hecho realidad. Me quedé muy en paz con mi madre, estuvimos muy unidos.

Aunque Cayetano no quiere hablar de cifras ni dar el nombre de las personas que se han sumado al homenaje, sabemos que muchos de los que fueron los amigos sevillanos de la duquesa están colaborando desinteresadamente por cariño hacia Doña Cayetana y que su viudo, Alfonso Díez, también está muy contento con la iniciativa. En este sentido, Cayetano y Alfonso se respetan y mantienen una relación muy cordial. Hace apenas unos días, el Duque de Arjona definía al viudo de su madre como «buena persona, un hombre inteligente y de mucha talla». Díez asegura a LA RAZÓN que aunque lleva una existencia marcada por el anonimato, se encuentra bien y lleva «una vida tranquila. Aunque estaré presente en Sevilla el 20 de noviembre».

«El gran amor de mi vida»

De los hijos de Cayetana de Alba, Alfonso Díez mantiene una correcta amistad con Carlos y una buena sintonía con Cayetano, con el resto, apenas tiene relación. Recordemos que Jacobo Martínez de Irujo declinó acudir a la boda de su madre con el ex funcionario en 2011. Según personas cercanas, el viudo de la Duquesa tiene sobre la mesa varias ofertas para acudir a televisión y hablar de su pasado con Cayetana, ahora que va a cumplirse ese tercer aniversario de la muerte de la que siempre ha definido como «el gran amor de mi vida». De momento, Díez ha declinado todas estas propuestas. No está siendo un buen año para él, ya que este verano fallecieron dos de sus hermanos a los que estaba muy unido.

Un amigo del círculo próximo a los Alba asegura que «el 20 de noviembre, cuando se celebre el homenaje a Cayetana, ya veremos quién asiste al acto, porque varios de los hijos de la duquesa prácticamente no se hablan con su viudo ni con sus amigos sevillanos. El cisma familiar está presente entre los mismos hermanos, hay dos corrientes muy enfrentadas. La muerte de Cayetana despertó conflictos hasta entonces ocultos. Y el reparto de la herencia ahondó más en la herida abierta por el descontento. El duque de Alba, Carlos, maneja con mano firme el patrimonio, y ha relegado a sus hermanos a un segundo plano. Algo que alguno no acepta de buen grado. Pero no les queda más remedio que acatar lo que diga el primogénito». Además, al Duque de Alba no le ha gustado nada una frase rotunda puesta en boca de Alfonso Díez: «He recibido menos de lo que Cayetana quería para mí». Aunque hay quien cree que son palabras sacadas de un contexto y que también han molestado al mismo Díez.