Mar Salling, actor de la serie «Glee», se suicida a los 35 años

El actor Mark Salling, conocido por su participación en la serie de televisión ‘Glee’ y, de forma más reciente, por haberse declarado culpable de un delito de posesión de pornografía infantil, ha muerto este martes a los 35 años de edad.

La policía del condado de Los Ángeles confirmó hace unos minutos al portal de noticias TMZ que el cuerpo sin vida del intérprete había sido encontrado en las inmediaciones del barrio angelino de Sunland, donde residía junto a su familia, y que baraja la hipótesis del suicidio como principal causa de su deceso.

Según el mismo medio, el cadáver de Salling, quien tenía que presentarse este 7 de marzo en un tribunal de la ciudad para recibir el veredicto del juez sobre los cargos que se le imputaban, apareció cerca de un campo de béisbol de la zona con signos claros de ahorcamiento y, según las autoridades, varias horas después de su muerte.

La familia del artista ha emitido un comunicado a través del medio digital The Blast para confirmar su fallecimiento y, sobre todo, para insistir en la idea de que Salling estaba haciendo todo lo posible para “redimirse” de sus “graves errores” al colaborar plenamente con la justicia.

“Podemos confirmar que Mark Salling falleció en las primeras horas de esta mañana. Mark fue una persona gentil y cariñosa, una persona de gran creatividad que se estaba esforzando al máximo para redimirse de sus graves errores. Le sobreviven sus padres y su hermano. La familia Salling aprecia el apoyo que han venido recibiendo y pide que se respete su derecho a la intimidad”, reza la nota facilitada al portal.

El artista, quien daba vida al jugador de fútbol americano Noah ‘Puck’ Puckerman en la famosa comedia musical (2009-2015), fue arrestado en el año 2015 después de que la policía recibiera un chivatazo sobre las cerca de 50.000 imágenes de contenido pedófilo que poseía en su ordenador y en un disco portátil. En octubre llegó a un acuerdo con la fiscalía para evitar una posible condena de hasta 20 años en prisión y, según fuentes judiciales, se estimaba que la sentencia final pudiera oscilar entre los cuatro y siete años entre rejas.

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