El artículo de Lomana: Noche de esplendor en Milán

Creo que fue Óscar Wilde el que dijo aquello de que «la moda resulta de una fealdad tan intolerable que nos vemos obligados a cambiarla cada seis meses» y la excusa sigue funcionando para hablar de vaivenes textiles y de fondos de armario. Recién llegada de la Semana de la Moda en Milán puedo asegurarles que esta frase tiene cierto sentido, pero en ningún caso por la fealdad, sino más bien por el gran negocio que supone la moda y que le hace estar en continua evolución generando nuevos estilismos y tendencias que nos induzcan al consumo. Lo que he vivido estos días ha sido pura estética en todos los sentidos. Las calles eran un hervidero de fashionistas. Las pasarelas parecían haberse trasladado a Vía de La Spiga o Montenapoleone. De los desfiles que he visto podría hablarles, pero les aseguro que yo soy un desastre para explicar la belleza de un vestido, una pieza hay que verla, nunca explicarla. Cobra vida y se muestra en su máximo esplendor cuando una mujer o un hombre la lleva y le imprime su estilo o elegancia, de la misma forma que puede cargársela. Un vestido negro muy simple puede convertirse en algo sublime dependiendo del buen gusto para complementarlo con un magnífico collar, broche o pendientes y, por supuesto, los zapatos, pieza fundamental para definir nuestra elegancia y sofisticación.

Lo que sí puedo contarles es la maravilla vivida cuando Dolce & Gabbana nos convocó el domingo a cena y posterior fiesta. Nunca en Milán se había visto algo así. Habían cerrado la calle Montenapoleone poniendo una mesa imperial para 300 personas con la decoración del mejor gusto y derroche floral que he visto en mi vida. Entrábamos a la calle por un enorme arco de flores para encontrarnos con la belleza absoluta, a la que acompañaba música de las mejores arias de ópera. Ahí nos esperaban los anfitriones, Stefano Gabbana y Domenico Dolce, siempre entrañables. Entre los invitados había una mezcla étnica en la que destacaban los países emergentes de Asia. Mujeres bellísimas, divinamente vestidas, y bastantes hombres con pijamas de seda de lunares y chaquetas blazer. Puedo asegurarles que resultaban muy elegantes. En el plato de las mujeres, los diseñadores tuvieron el detalle de dejarnos un regalo maravilloso: un bolso de cocodrilo y pitón en diferentes colores para cada una. La firma apuesta por nuevas generaciones de actores de series de éxito americanas, sentando en el «front row» de los desfiles a sus jóvenes protagonistas. Me gustó muchísimo León Else, actor y cantante conocido por la película «Nine» y su álbum «River full of liquor» . Fue una noche mágica que término en el sitio de moda en Milán, Martini, bailando hasta el amanecer.

Cuando vuelvo a Madrid sigue el empecinamiento de ese personaje bastante patético, Pedro Sánchez, que pasará a la historia por su empeño en destruir el PSOE y por impedir la formación de un gobierno. En él, el interés general suele ser particular. En lo que todos estamos de acuerdo es en que debe abandonar su puesto cuanto antes. Es un personaje nefasto y desquiciado, cuya única virtud es dejarse matar antes de rendirse. El PSOE no ha debido darse cuenta de que su verdadero enemigo no es el PP sino Podemos, que quiere hacerse con el liderazgo de la izquierda en España aprovechando la cantidad de barbaridades que está haciendo este mentecato de Sánchez, debilitando hasta cotas impensables a un partido necesario, con una respetable trayectoria, como es el PSOE. A ver si se consigue de una vez hacer presidente a Rajoy que, nos guste o no, ha ganado dos veces las elecciones y terminar con este ciclo de disparates.

Y ahora me voy a toda prisa rumbo a Salamanca , a disfrutar de esa magnífica ciudad.