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El paraíso, tan cerca

El paraíso, tan cerca
El paraíso, tan cercalarazon

Hay momentos en los que poner en práctica esa frase de «cuidarse es quererse», por tópica que resulte, es absolutamente necesario. Sentía que mis pilas se estaban agotando y se encendieron las alarmas. Pensé: las termas de Carratraca me están esperando, quiero estar sola, tener tiempo para leer, pensar y recogimiento. Aquí me tienen maravillada y feliz de que todavía queden paraísos como éste, con un manantial de aguas minero-medicinales sulfurosas, cálcicas y magnésicas consideradas las mejores de Europa.

El poder curativo de estas aguas data del Imperio Romano cuando sus guerreros venían a tomar las aguas para curarse de los estragos y heridas producidas en las grandes batallas. Cuando cayó el imperio fueron los árabes los que se asentaron aquí dando nombre a este precioso pueblo «Karr-al-Krak», que significa «limpia de lacras». Hay infinitas leyendas alrededor de estos baños y sus milagrosas curaciones y yo puedo asegurarles que son ciertas.

Los maravillosos efectos en la piel de estas aguas los notas en el momento. Pozas milenarias de la época de Roma con columnas alrededor y pasadizos que crean un ambiente difícil de explicar y fácil de sentir. Percibes los miles de años de historia, su buena influencia en tu espíritu y te dejas flotar... Cualquier herida, alergia, eccema o problemas respiratorios mejoran de forma casi milagrosa. Cuando llegué hace dos días tenía un pequeño herpes en la espalda, producto de una bajada de defensas que me molestaba muchísimo, y puedo asegurarles que hoy no queda ni rastro. Pasarte por la piel de la cara un algodón impregnado en agua sulfurosa antes de dormir obra el milagro de amanecer con un cutis de bebé, blanco y luminoso. Otra de las maravillas de este hotel-balneario es su cocina, con platos exquisitos de bajas calorías. Las aguas también tienen propiedades adelgazantes. Bebiendo varios vasos al día puedes adelgazar de 2 a 3 kilos en una semana.

El pueblo de Carratraca en sí mismo ya es una preciosidad, situado frente a la Sierra de Alcaparain. Numerosos lugares en su casco urbano son excelentes miradores desde los que se domina un hermoso paisaje de naranjos y limoneros. Dan ganas de quedarse. A todos nos gustaría tener un pueblo donde refugiarnos y yo a Carratraca estoy dispuesta a adoptarlo como mi pueblo favorito. Alcanzó su esplendor en el siglo XIX. Su balneario fue construido por el Rey Fernando VII para curar sus muchos problemas ocasionados entre otras cosas por la sífilis que padecía. Veinticinco años después el Conde de Teba, padre de la emperatriz Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III, construyó un precioso balneario que se conserva hasta nuestros días unido al hotel por un paso subterráneo.

La emperatriz Eugenia de Montijo tuvo una gran influencia a la hora de publicitar estas maravillosas aguas, atrayendo a estas termas a personajes tan ilustres como Lord Byron, Alejandro Dumas, Hans Christian Andersen, la emperatriz Sissi, Reiner Maria Rilke, Julio Romero de Torres y hasta a una princesa de Noruega para un tratamiento de fertilidad. Yo me iré de aquí absolutamente renovada y con una paz enorme después de estos días de cuidados espirituales y físicos.

Cuando encuentro un lugar que merece la pena me gusta compartirlo con las personas que quiero y recomendarlo. Ustedes, queridos lectores, también forman parte de mi vida y mis afectos, por eso escribo esta crónica desde el pequeño paraíso del balneario de Carratraca.