Casas reales

Albania casa por fin a Leka II y a Elia Zaharia

La Reina Emérita acudió en representación de la Casa Real española junto a su hermana Irene de Grecia a un enlace que ha tardado seis años en celebrarse

La Reina Sofía y su hermana Irene de Grecia, a su llegada al enlace
La Reina Sofía y su hermana Irene de Grecia, a su llegada al enlacelarazon

La Reina Emérita acudió en representación de la Casa Real española junto a su hermana Irene de Grecia a un enlace que ha tardado seis años en celebrarse

Seis años después de su compromiso de boda y de un sinfín de avatares familiares y políticos, el príncipe Leka II, heredero sin trono de la corona albanesa, contrajo ayer matrimonio con la actriz Elia Zaharia en una ceremonia civil celebrada en la sala del Trono del Palacio de las Brigadas de Tirana ante 800 invitados, entre los que se encontraba Doña Sofía como representante de la Casa Real española, la única reina entre una larga lista de miembros de la realeza europea, como su hermana la princesa Irene de Grecia, la princesa Léa de Bélgica, los duques de Kent (primos de Isabel II), los príncipes Guillermo y Sibila de Luxemburgo, la princesa Lalla Meryem de Marruecos o la gran duquesa María de Rusia.

El matrimonio fue oficiado por el alcalde de Tirana, Erion Veliaj, aunque la pareja fue también bendecida por los clérigos de las cinco religiones dominantes en Albania: musulmana, ortodoxa, bektashi, católica y protestante, en un claro gesto de tolerancia y armonia acorde con las actuaciones de la corona albanesa desde que en 2002 las nuevas autoridades democráticas, tras la caída del comunismo, permitieron el restablecimiento de la familia real, a los que se les devolvió parte de sus propiedades, entre ellas el palacio residencial donde vive la pareja y en el que ayer celebraron la boda, el mismo en el que hace 78 ños se casó el rey de los albaneses, Ahmet Zogu, abuelo de Leka II, con la condesa Geraldine Appony.

Tantas ganas tenían de casarse –un ímpetu frenado por el empeoramiento en la salud del padre del príncipe, Leka I, y su posterior fallecimiento en noviembre de 2011; el año de luto de rigor en Albania; o la convocatoria electoral, que aconsejó no mezclar política con los fastos de una boda real, por modesta que fuera, dado el proceso de recuperación económica que vive Albania– que el príncipe se precipitó en colocar el anillo en el anular de Elia y en el beso al oír el tan ansiado «yo os declaro marido y mujer».

Para el gran día, la novia, que ahora pasará a llamarse Elia Zogu, eligió un vestido de corte princesa de color crema, con escote en «V», brocado floral y apliques brillantes y de perlas en el cuerpo y la parte inferior del vuelo de la falda. El diseño del traje nupcial, obra de la diseñadora kosovar Blerina Kllokoqi-Rugova, es otro guiño de los novios a la feliz comunión de los albaneses de Albania y de Kosovo. El velo lo llevaba sujeto en un moño bajo y coronaba su puesta en escena la tiara Sapphire Goat, en la que destaca una cabeza de cabra, una figura muy importante en la historia de Albania, sobre un arco formado por hojas de diamantes y flores de zafiros. Por su parte, Leka optó por un chaqué tradicional.

Tras la boda, los invitados fueron obsequiados con un cóctel en el jardín del Palacio de las Brigadas, donde, horas más tarde, el enlace culminó con una fiesta por la noche para 300 invitados aderezada con comida y música típica albanesa. Un día inmensamente feliz después de tanta espera, en el que el Príncipe tuvo una sombra de tristeza. Lo reflejaba el posado. Él, huérfano, solo; Elia, junto a padre y a su bellísima madre, la actriz albanesa Yllka Mujo, profesión a la que ella también se dedicó pero terminó siendo princesa.