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Fabergé, desvelado el secreto del joyero de los zares

El Huevo del Cáucaso, creado en 1893
El Huevo del Cáucaso, creado en 1893larazon

Un documental reúne los testimonios de expertos y de dos bisnietas del artista para relatar su fascinante historia

Era 1885, el Imperio ruso vivía su época de mayor opulencia y el zar Alexandre III quería hacerle un regalo especial a su esposa, la zarina María Fiódorovna Románova. Se acercaba la Pascua y el zar, que ya conocía el trabajo de Peter Carl Fabergé, le encargó un huevo que se pareciera a uno que su mujer había atesorado cuando era niña. El artesano fabricó el Huevo de la Gallina, primero de una tradición que se extendería durante los siguientes 32 años y resultaría en 50 piezas de arte absolutamente únicas. La tradición sobrevivió a la caída de la familia Románov y de la Rusia zarista, y a día de hoy los huevos siguen siendo objeto de fascinación y misterio. Por eso el documental «Fabergé: Una vida propia» retoma la curiosa historia de la familia –que huyó de Rusia en 1917, cuando comenzó la revolución– y de estas exclusivas joyas creadas hace más de un siglo y que todavía tienen enorme vigencia.

El director del documental, Patrick Mark, explica que se le hizo dificil mostrar el caracter de Peter Carl Fabergé, puesto que no mantuvo diarios ni existe suficiente documentación sobre él. «Pero sabemos, por otras personas, que era un hombre divertido e irreverente, que se consideraba a sí mismo un “artista-joyero” y que era bueno para los negocios», contó a LA RAZÓN. Mark ha realizado más de 40 documentales sobre todo tipo de temas –desde la Fórmula 1 hasta la guerra en Irak y las momias egipcias–, pero comenzó su carrera en la casa de subastas Christie’s. Por eso considera que «en cierto modo, hacer la historia de Fabergé fue como volver a casa». El documental reúne los testimonios de expertos y coleccionistas y de dos de las bisnietas de Fabergé, Tatiana y Sarah, que cuentan cómo su familia perdió los derechos sobre la marca creada por su bisabuelo y cómo lucharon por recuperarlos a mediados de los años cincuenta.

Lo mejor está dentro

Por supuesto, se muestran también imágenes de las impresionantes piezas, que no sólo están decoradas con todo tipo de materiales preciosos, sino que además guardan delicadas sorpresas en su interior, todas relacionadas con la familia imperial. El Huevo del Pamiat Azova fue creado por Fabergé en 1891 para conmemorar un viaje alrededor del Imperio que hizo Nicolás, hijo mayor de Alexandre y María Fiódorovna, y futuro zar. Por fuera, es de jaspe verde, con decorado rococó en oro y detalles de diamantes y, al abrirlo, revela una réplica exacta, hecha en oro, del barco en el que viajó el joven. El Huevo de Invierno (1913), hecho de cristal de roca, estuvo desaparecido durante 50 años, hasta que lo encontraron en 1994 y fue subastado por 5,5 millones de dólares, hasta entonces la cantidad más alta jamás pagado por un Farbergé.

Pero el filme no sólo recuerda el pasado, sino que considera el presente de esta casa que ha continuado con la tradición de su fundador. Sarah Fabergé trabaja en la compañía, en el Fabergé Heritage Council, junto con el equipo creativo, para asegurarse de innovar sin perder la noción original. El Huevo Perla es una de estas creaciones recientes: hecho con más de tres mil diamantes y perlas naturales, fue encargado para celebrar un siglo de la producción del último huevo creado para el zar Nicolás II. «Hoy, Fabergé es una empresa de herencia con un giro moderno», explica Sarah, «en línea con mi bisabuelo, nos consideramos “artistas-joyeros” del siglo XXI, valorando nuestro pasado, adornando el presente y creando para el futuro».

El documental ha ganado premios en los festivales Newport Beach Film Festival, Palm Beach International Film Festival y en el Beverly Hills Festival. Se estrenó en España el 29 de junio y podrá verse en la gran pantalla hasta el día 26 de este mes.