Casa Real
Felicidades, su excelencia Victoria Federica
Dulce y respetuosa, y cada vez más parecida a su madre, la hija menor de Jaime de Marichalar y Elena de Borbón cumple 15 años y está de vuelta en Madrid, rodeada de su familia y sus amigos
Dulce y respetuosa, y cada vez más parecida a su madre, la hija menor de Jaime de Marichalar y Elena de Borbón cumple 15 años y está de vuelta en Madrid, rodeada de su familia y sus amigos
Victoria Federica –nieta y sobrina de Rey, hija de Infanta, Grande de España y con trato de Su Excelencia–, es cariñosa y respetuosa con las costumbres. No duda en hacerle una reverencia en público a su abuelo al despedirse del Rey Emérito y es una cría muy pegada a su madre, tanto es así que parece un calco de la Infanta Elena en aficiones y físico. Ayer cumplía 15 años y quiere que se la llame Victoria; cuando era pequeña atendía por «Vic», igual que su hermano era «Pipe» y hoy, con 17 años, es Felipe, a secas. Por cierto, este año Froilán no regresa al internado sino que estudiará en Madrid, dado que está más «asentado».
UN NUEVO COLEGIO
Ayer, Victoria no tuvo grandes celebraciones de cumpleaños, tan sólo una merienda en casa, porque el martes empezó el nuevo colegio. Ya saldrá con las amigas a merendar o al cine, como acostumbra. Ha empezado su rutina escolar en España después de haber pasado los dos últimos años interna en el St. Leonards Mayfield School de Inglaterra. A Victoria le apetecía mucho regresar a Madrid y vivir con su madre y ése ha sido su gran regalo de cumpleaños, además de libros y de complementos para la máquina de fotos que le regalaron los Reyes Magos en las últimas Navidades y con la que sigue la afición por la fotografía, que también han mostrado Doña Elena y Doña Sofía. Victoria no ha vuelto a su antiguo colegio, San Patricio, porque aunque éste es bilingüe no se rige por el sistema educativo inglés y, dado que los últimos años los ha cursado en ese método, lo adecuado era terminar el «year 11» –que estudia este año y que equivale a la Educación Secundaria española– por ese mismo sistema. Si en el antiguo colegio San Patricio se aficionó a tocar el piano, como una actividad extraescolar más que ya casi no practica, en el internado inglés sí ha seguido con su afición a montar a caballo. Tanto es así que ha llegado a participar en campeonatos de saltos infantiles entre colegios. Victoria es una gran amazona, como su madre, y aunque no disponga de caballo propio, puede competir con el que le prestan o con uno que alquila. Como hizo este verano en San Sebastián, acompaña a la Infanta a los toros y a alguna cacería, pero no le apasionan verdaderamente ninguna de las dos cosas. Sin embargo, en la cocina, y en concreto en la repostería, sí que sigue la estela materna.
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