Dinamarca
La Reina Margarita de Dinamarca manda al castillo a su jubilado marido Henrik
Cansada de su actitud y de sus recientes desplantes, Margarita acepta con resignación los deseos de su marido de jubliarse
Cansada de su actitud y de sus desplantes, acepta con resignación los deseos de su marido de jubilarse. Se dedicará al arte y a convertirse en productor vinícola.
Henrik de Dinamarca, marido de la reina Margarita, ha comenzado una nueva vida alejado de la familia real. Tras el anuncio de su renuncia al título de príncipe consorte el pasado 1 de enero, el noble francés se prepara para encarar la rutina que marcará esta nueva etapa de su existencia. El anuncio de su jubilación lo realizó su esposa durante el tradicional discurso de Navidad, que en el país escandinavo tiene lugar el día de Fin de Año. Cansada de la reciente actitud de su marido, ha decidido ceder ante su continua intención de retirarse definitivamente de la agenda de actos de la casa que encabeza. «La participación del Príncipe en actos oficiales será a partir de ahora muy limitada. Comprendo y respeto su decisión». Así anunciaba la reina el nuevo estado de «pensionista» de su marido durante uno de los discursos anuales más seguidos por el pueblo danés.
Ya es un hecho que Henrik no participará en ninguna actividad oficial, como la apertura del Parlamento, las visitas de Estado al extranjero o las recepciones de diplomáticos en suelo danés, ni en ningún otro tipo de cita institucional. De hecho, según se ha podido comprobar en los apenas diez días que se cuentan desde el anuncio, la desaparición de la escena pública del hasta ahora príncipe ha sido inmediata. El 5, Margarita asistió a la tradicional recepción al cuerpo diplomático acompañada tan sólo de la pareja de príncipes herederos: Federico y Mary Donaldson.
Apasionado del arte
Al día siguiente, se repitió la misma escena de soledad cuando las cámaras recogieron la imagen de la reina recorriendo sola en la carroza de oro de Christian VIII las calles de Copenhague para trasladarse a la sede del Parlamento, donde cada año se celebra el tradicional banquete de Año Nuevo. Dos actos a los que hasta el momento nunca había asistido en solitario.
Enamorado del arte y del vino como buen francés, Henrik de Monpezat podrá dedicar todo el tiempo a cultivar sus grandes pasiones en el castillo donde residirá a partir de ahora. Así lo han confirmado fuentes oficiales de la corte en un breve comunicado donde se resaltan dos puntos fundamentales. El primero, que compaginará sus actividades lúdicas con la presidencia honorífica de diferentes ONG, como la de la filial danesa del Fondo Mundial para la Naturaleza, y que la nueva situación de jubilado no supondrá ningún cambio en el presupuesto de la Casa Real: los 8 millones de coronas danesas anuales –alrededor de un millón de euros– se invertirán en el mantenimiento de los palacios de la Familia Real. Su residencia estará en el Château de Cayx, ubicado en la finca de Cahors, que adquirió junto a su esposa en 1974, donde se instaló en abril de 2015, en la que supuso la primera fase de la retirada de la agenda oficial. Aunque desde su compra (hace ya casi cuarenta años) Henrik ha producido en sus instalaciones vino de gran calidad, uno de los objetivos de su jubilación es la de convertirse a tiempo completo en productor vinícola y arrendar parte de sus terrenos a la empresa francesa Vinovalie.
Bajas temporales
El caso de la jubilación oficial del príncipe Henrik ha sido considerado como inédito por los expertos en casas reales europeas. Aunque se conocen casos de bajas temporales en las agendas oficiales, lo cierto es que nunca se había producido una circunstancia de estas características en ninguna corte europea en la que un príncipe o reina consorte tomase la decisión de abandonar definitivamente sus labores institucionales.
Sólo se han experimentado bajas temporales: el príncipe Claus de Holanda, padre del rey Guillermo, tuvo problemas para mantener un ritmo constante de actos debido a sus constantes depresiones. También por motivos médicos abandonó hace unos meses sus responsabilidades laborales Máxima de Holanda, tras sufrir una grave infección renal durante una visita oficial a China junto a su esposo. La agenda fue recuperada apenas una semana después.
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