Pelayomanía: Yo soy la moda

Estilista, «blogger» e «influencer», Pelayo Díaz se desnuda en su primer libro, «Indomable», una recopilación de sus «aventuras» y sus fotografías favoritas

pero sin desvelar muchos secretos.

La estrella de «Cámbiame» presenta su primer libro, «Indomable» (Libros Cúpula), un resumen de sus diarios y fotografías donde el estilista, «blogger» e «influencer» se desnuda (casi literalmente) para su público. Su historia empieza mucho antes de dicho espacio, el programa de televisión en el que participa a diario y con el que él y sus compañeras (Marta Torné, Natalia Ferviú y Cristina Rodríguez) triunfan minutos antes del informativo del mediodía. Va más allá incluso que el «reality» de Alaska y Mario en la MTV, que fue la primera vez en que le vimos en la pequeña pantalla. La historia de Pelayo comienza en Oviedo, aunque es en Barcelona, antes de marcharse a Londres, donde da el salto a la popularidad. Pocos son los que recuerdan el Fotolog, pero él era una de las estrellas de aquella red social. Luego llegó el blog y más tarde su éxito televisivo. Ahora su último reto ha sido poner sobre el papel parte de sus diarios y sus fotografías. «Indomable» es un resumen de su experiencia vital: «Me encantaba escribir desde pequeño, pero no pensé que el libro que algún día escribiría sería éste», afirma. «En un mundo donde todo está supermedido y controlado me ha parecido guay recapitular mis aventuras, todo lo que he hecho sin pensar, siguiendo mi instinto y mi corazón». Y se nota que hay mucho de corazón puesto en la obra: «Cuando se me planteó la idea tenía claro que quería mostrarme como soy. Como si viajara con algún amigo y fueran saliendo distintos temas de conversación, preocupaciones... Pero no lo he contado todo», confiesa. «No he hablado de mis relaciones personales. Es bonito tener secretos».

Inseparable de Hiba

Por el libro, que sale a la venta el día 31, pasan personajes que conocemos: Gala González, Davidelfín, Natalia Ferviú... Y otros que forman parte de su círculo familiar. Habla de sus padres, sus abuelos, su hermana y de esos amigos que no forman parte del «star system» (como Juan, que hace las veces de mánager durante la entrevista). «Hay mucha gente a la que adoro pero que no sale. Por ejemplo, no he incluido casi nada de este último año. No aparece Hiba Abouk, a la que conocí hace un año, y eso que somos inseparables».

«Para explicar cómo empiezo en este mundo tendría que remontarme al Bachillerato. Mi madre me pidió que hiciera la Selectividad. Yo no quería, pero acordamos que si aprobaba me regalaría una maleta de Luis Vuitton», recuerda. «Lo hice con nota y me la dio. La llené y me marché a Barcelona. Allí entré como dependiente de una tienda y a los tres meses me ofrecieron ser mánager del espacio en Paseo de Gracia. Pensé que si a los 19 años ya tenía ese cargo mi vida iba a ser siempre así. Decidí irme a Londres a estudiar e intentar entrar en Central Saint Martins. Es muy difícil que te acepten en esa escuela, así que cuando me cogieron pensé que tenía que documentar de alguna forma lo que era ir a clase, salir por Londres, demostrar que había gente que podía cumplir sus sueños». Así comenzó la historia. Pelayo se hizo un hueco en la vida londinense, llegando a ser el «door bitch» (una especie de «gorila» de discoteca) de Boombox, la fiesta más «cool» de Londres en aquellos años (hablamos de 2006). Él decidía quién entraba y quién no: «Era la discoteca donde todos querían estar y no me podía creer que el dueño me eligiera para ser quien tuviese la última palabra en la puerta. ¡A mí, que me habían dejado tantas veces fuera de los bares en Oviedo por llevar los pantalones rotos!», recuerda. «Reconozco que allí era muy duro con los españoles; quería que evolucionáramos desde el polo de pijo, que fuéramos más creativos».

Honestidad

Después de eso llegó Madrid, su colaboración y noviazgo con Davidelfín, París, su historia con Nicolas Ghesquière (actual director creativo de Louis Vuitton) y la vuelta a la capital española. Si sus relaciones personales no aparecen en el libro, sí somos testigos en «Indomable» del inicio de su etapa en «Cámbiame». «Lo de ese programa nació desde el desinterés. Yo vivía en París y recibí un whatsapp de Ana Isabel Peces, directora del mismo. Tenía muchos proyectos, pero como soy muy curioso decidí experimentar la prueba de televisión, saber qué les interesaba de mí». «En el casting fui muy bruto, sincero, no tenía una estrategia para gustarles y por eso les encanté. Han contratado a una persona honesta. Fui indomable».

Y tras esto llegaron las Campanadas, «me sentí un elegido, algo que nunca logré siendo pequeño». Siempre apoyado por su familia, su abuelo tuvo claro desde el principio que Pelayo destacaría: «Esperaba que fuera pintor y que tuviera fama por alguna obra. Cuando empezó ‘‘Gran Hermano’’ quería que me apuntara», dice entre risas. «Puedo parecer superextrovertido y que busco la fama, pero soy muy protector de mi intimidad. Siempre he tenido claro que no quería ser famoso por ir a un plató a contar cosas. Ahora lo soy pero porque trabajo ahí, es mi programa». El libro incluye la cita de la Agrado, personaje de Almodóvar, cuando afirma que «una es más auténtica cuanto más se parece a lo que ha soñado de sí misma». ¿Se parece Pelayo a lo que había soñado? «Nunca imaginé esto, pero sí hacer algo inesperado y pienso que se parece mucho a lo que me está pasando. Un día en París estaba en el salón de mi casa y me encontré que sentado a mi derecha tenía al Pelayo de seis años. Le pregunté si estaba orgulloso de mí y me dijo que no. Hice las maletas y me fui».