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Salma Hayek: «No es bueno tener relaciones sexuales a diario»

La actriz cree que para mantener la complicidad en el dormitorio hay que probar cosas nuevas.

Salma Hayek y Francois-Henri Pinault
Salma Hayek y Francois-Henri Pinaultlarazon

La actriz cree que para mantener la complicidad en el dormitorio hay que probar cosas nuevas.

La actriz mexicana Salma Hayek no ha tenido reparo alguno a la hora de desvelar algunos de los factores que explican la estabilidad sentimental que vive desde hace casi 10 años junto a su marido, el empresario francés François-Henri Pinault, siendo uno de los más importantes su tendencia a mantener relaciones sexuales con frecuencia, pero sin caer en la monotonía de hacer el amor a diario como mera costumbre.

"El sexo no es clave a la hora de tener un matrimonio feliz, pero sin duda influye. Para mí, es importante no hacerlo todos los días, porque de esa forma pierde su encanto. Lo fundamental en este caso es que exista química entre una pareja y para ello es necesario probar cosas nuevas. Hay que divertirse, explorar y reírse juntos, sacar el máximo partido al romance", se sinceró en conversación con la revista Red.

La famosa artista parece estar convencida de que el éxito de un matrimonio -en todas sus facetas- radica en la existencia de una relación basada en la confianza plena entre las partes, precisamente lo que Salma y François han venido exhibiendo desde que se casaran en 2007, establecieran definitivamente su residencia en Francia y recibieran a su hija Paloma Valentina hace ya 8 años.

La solidez de su romance y la felicidad diaria que le proporciona su idílica vida familiar han hecho de Salma Hayek una mujer segura de sí misma tanto en lo físico como en lo emocional, hasta el punto de que la intérprete siempre ha rechazado someterse a cualquier tipo de cambio estético artificial mientras su marido siga viendo en ella a la misma mujer encantadora con la que pasó por el altar.

"François ha sido el mayor apoyo que he tenido en los últimos años. Me ayuda a mantener el equilibrio entre la familia y el trabajo y, además, me ha apoyado en todos los proyectos en los que he decidido implicarme. En lo que respecta al físico, prefiero ser exactamente como soy dentro de unos años y no tener la apariencia de alguien que se ha pasado con el bótox. Quiero que mi rostro sea hermoso a los 70 años, igual que el de mi madre, aunque para ello tendré que cuidarme", aseguraba a la revista Paris Match.