Vacaciones
Castillos y bosques, así es la Irlanda del lujo
Irlanda, la conocida como Isla Esmeralda, cuenta con un sinfín de alojamientos que marcan la diferencia con respecto a cualquier otra experiencia de lujo. Es el caso del Castillo de Barberstown, en Kildare, con 800 años de historia y que incluso ha llegado a pertenecer a Eric Clapton. O el Faro de la Isla de Clare, un alojamiento boutique en la costa oeste de Irlanda que se complementa con magníficas vistas al mar y un entorno inspirador y natural. Las burbujas de cristal de Finn Lough, en el condado de Fermanagh, proponen paredes transparentes como única separación entre el huésped, el bosque y el cielo nocturno estrellado, que se observan desde exquisitas camas con dosel. Sentirse protagonista de una película de época es posible gracias a hoteles con estética tan trabajada como Ballynahinch Castle Hotel, uno de los más destacados alojamientos de lujo en la isla en cualquier ranking. Está ubicado en una finca privada de 283 hectáreas de bosques, ríos y paseos en el corazón de Connemara. Disfrutar de sus coquetas habitaciones o suites con maravillosas vistas, y despiertas con el sonido del río serpenteando frente a los ventanales antes de disfrutar del desayuno en su elegante restaurante, solo es la primera experiencia que da pie a un completo día de buen gusto.
Y aquellos que barajen la posibilidad de disfrutar de Irlanda a bordo de un tren de lujo no pueden pasar por alto el Belmond Grand Hibernian. Los visitantes encontrarán suntuosos coches-cama inspirados en la refinada arquitectura georgiana de Dublín.
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