Fauna
Control ecológico de plagas: adiós a los pesticidas químicos
Las medidas preventivas y las de control son fundamentales para evitarlas.
Las medidas preventivas y las de control son fundamentales para evitarlas.
Todo pequeño o gran agricultor teme la llegada de visitantes indeseables a su huerto, insectos u otro tipo de animales que aterrizan en masa para comerse los cultivos y que, una vez que encuentran alimento, no tienen ninguna intención de marcharse. Pero, ¿se pueden combatir las plagas sin usar pesticidas artificiales? Sí, es posible con los métodos de control ecológico, una alternativa respetuosa con el medio ambiente que se limita a eliminarla sin afectar a otras especies que hay alrededor.
Para combatir plagas en agricultura ecológica hay que tener en cuenta dos tipos de medidas, las preventivas y las de control. Las primeras consisten en proporcionar buenos cuidados a los cultivos. Una planta sana será menos sensible a las plagas. Su salud está en gran parte garantizada si se seleccionan especies adecuadas al medio donde se van a cultivar. Para que la planta crezca sin estresarse, hay que proporcionarle buenas condiciones de clima, temperatura y disponibilidad del agua. Un suelo fértil con un PH adecuado y elementos nutritivos también son fundamentales. Además, debemos tener en cuenta la asociación de las plantas para que se complementen entre ellas y la correcta rotación de los cultivos.
Las medidas de control son las que se toman cuando la plaga ya ha llegado al cultivo. Pueden ser de tipo biológico, atrayendo o liberando enemigos de los insectos u otro tipo de animales que han invadido el huerto. Por ejemplo, las mariquitas o sírfidos son depredadores naturales de pulgones. Las primeras se comen hasta 80 al día. También hay bacterias, como la Bacillus thuringiensis, y hongos, como el Beauveria bassiana, que eliminan insectos. Ambos se pueden adquirir en comercios especializados. Otra medida es la fabricación casera de pesticidas naturales a partir de distintas plantas repelentes y otros elementos. Para las plagas de pulgones o mosca blanca son efectivas las hojas de ortiga. La ceniza de fogón elimina los gusanos de tierra, caracoles y babosas. Para los ácaros se pueden utilizar hojas secas de tabaco mezcladas con jabón.
Otras medidas efectivas de control son las mecánicas, es decir, crear sistemas de luz o sonidos que ahuyentan o atrapan a insectos y animales. Las trampas de luz son útiles para luchar contra las polillas, gusanos y otros nocturnos. Con espantapájaros se evita que las aves se coman las semillas cuando se hace la siembra. Y CD’s o chapas colgadas y la ayuda del aire servirán para crear sonidos que asustan a los pájaros. Otro sistema mecánico es el uso de las trampas amarillas, efectivo para pulgones, moscas minadoras y mosquillas de los brotes. Se llama así a la colocación de plásticos amarillos sostenidos por dos palos y untados en manteca vegetal por ambos lados. Los insectos se quedan pegados gracias a ella. Todos son remedios caseros que eliminan a los visitantes molestos y no dañan nuestro huerto.
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