«Weeds», Walter White no «inventó» las drogas

Antes de que un profesor de química de Albuquerque decidiese destinar sus conocimientos en la materia a desarrollar un imperio de la droga que le ayudase a pagar la factura del médico estaba Nancy Botwin. Y a Nancy no fue su salud la que la llevó a meterse en el turbio mundo del narcotráfico. Su necesidad era mucho menos vital: simple y llanamente quería mantener el nivel de vida que disfrutaba antes de convertirse en una viuda precoz. Para conseguirlo se decidió por algo menos elaborado y perjudicial que la metanfetamina, la marihuana. Lo que comienza en un oscuro aparcamiento de una escuela termina convirtiéndose, a lo largo de ocho temporadas, en una alocada historia en la que una madre, sus dos hijos, su cuñado y algún personaje disfuncional más viven numerosas aventuras por culpa de, o gracias a, esta nueva ocupación.

Ésta es la historia que nos contó, entre 2005 y 2012, la producción de Showtime creada por Jenji Kohan, «Weeds». Antes de adaptar para la televisión las vidas de las reclusas más conocidas de la pequeña pantalla, la guionista creó a la «milf» por excelencia de la primera década de este siglo, Nancy Botwin, en la piel de Mary-Louise Parker. Tras la repentina muerte de su esposo, Nancy ve cómo la estabilidad de su vida y sus hijos se tambalea, y decide recurrir a lo primero que tiene a mano para mantenerla.

Nancy necesita a Lupita, su criada, sus compras, satisfacer las necesidades de sus hijos adolescentes e incluso garantizarse una inesperada visita de Celia Hodes, una ama de casa del mismo vecindario. Y su casa en las afueras, su coche, e incluso unas vacaciones en algún lugar al otro lado de la frontera. Lejos de buscar un trabajo que realmente no puede alcanzar, Nancy decide probar suerte con la marihuana, una empresa que causará una reacción inesperada en sus hijos. Y en su cuñado, que a pesar de Nancy se convierte en un personaje más del día a día de este peculiar grupo.

«Weeds» fue una producción pionera en el uso de personajes presuntamente buenos que se atreven a coquetear con la ley para garantizarse el bienestar. Aunque a diferencia de «Breaking Bad», la serie de Kohan lo hizo con un personaje femenino y en tono cómico, algo que la distancia de su brillante sucesora. En «Weeds» Silas y Shane no se sitúan demasiado lejos de la moralidad de su progenitora, algo que tampoco sucede con su cuñado Andrew o Doug, el desquiciante amigo de la familia. Al igual que las motivaciones de las que parten los protagonistas son diferentes, ya que Nancy se enfrenta a la pérdida de su marido, no a una enfermedad terminal como Walter White.

A pesar de que su extensión es engañosa, y lo deseable para los fans habría sido que la serie hubiese durado menos, e incluso la mitad, «Weeds» es una divertida comedia centrada en una familia media norteamericana. La novedad reside en la cuestionable dedicación de los protagonistas, menos habitual de lo que por aquel entonces acostumbraba la televisión. Y a partir de ahí, los malos llegan, las vecinas se revelan como enemigas y la familia se convierte en algo que proteger, por muy peligrosa que sea la amenaza. Y por muy lejos de su querida Agrestic que les lleve.