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Liam Whaley: «La música me ayuda a concentrarme antes de competir»
Liam Whaley /Líder en «freestyle». Tiene 18 años, energía a raudales, el pelo rubísimo y habla con un acento andaluz que echa para atrás. Está casi en la cima
Líder en «freestyle». Tiene 18 años, energía a raudales, el pelo rubísimo y habla con un acento andaluz que echa para atrás. Está casi en la cima
Liam Whaley es un deportista español nacido en Ibiza, afincado en Tarifa desde 2012, de padre inglés y madre holandesa que habla con acento andaluz. Hace unas piruetas en el cielo, saltando sobre mares y océanos, que dejan con la boca abierta a expertos y neófitos. Este joven de 18 años es una figura internacional del kitesurf, deporte por y para el que vive. Líder actual del Campeonato del Mundo de la disciplina de freestyle combina en el agua talento, pasión y técnica.
–Compite en la modalidad de freestyle del Campeonato del Mundo, ¿en qué consiste?
–Es una disciplina espectacular y extrema a la vez. En freestyle se delimita una zona con boyas en el mar donde cada deportista dispone de siete minutos para hacer sus doce mejores maniobras o trucos [piruetas o acrobacias en el aire] delante de los jueces. Se compite contra una o dos personas más a la vez y sólo cinco de los doce intentos son los que puntúan.
–Tiene 18 años, ¿cómo ha llegado tan lejos?
–Mi secreto es estar muy motivado y, sobre todo, hacer lo que me apasiona. Cuando estoy entrenando me puedo quedar horas probando. En esos momentos entro en un estado mental de máxima concentración que me empuja a practicar hasta que consigo lo que quiero. Para mí el kite es una afición, una forma de vida y ahora empieza a ser un trabajo.
–De este deporte le apasiona...
–Aprender trucos nuevos. Cuando estoy en el agua no pienso en otra cosa que no sea en hacer bien las maniobras.
–Cuando entrena, ¿prefiere estar solo o acompañado?
–Me ayuda navegar con amigos como Álex Pastor, Marc Jacobs o Jerome Cloetens porque tengo mucho espíritu de superación y soy competitivo.
–Las condiciones ideales para el freestyle son...
–Un viento de 20 a 25 nudos, que el mar esté plano o con olas limpias y grandes (con espacio entre ellas) y una cometa de 11 o 9 metros. Para practicar kite es muy importante conocer los vientos. Lo mejor es uno que no sea racheado. Por ejemplo, si hay un viento que viene de tierra, puede pasar entre edificios o montañas y ponerse turbulento, lo que no es nada bueno porque mientras estás haciendo una maniobra en el aire puede venir una racha que te empuja hacia arriba, después quedarte sin aire y caer hacia abajo como una piedra.
–¿Cuál es tu lugar perfecto?
–Me encanta estar en casa (Tarifa) porque todo es muy fácil. Llego a la playa en 5 minutos y puedo navegar con mis amigos. Es muy cómodo para mí y aquí hay viento casi cada día. Si me fijo sólo en las condiciones, te diría que mi lugar preferido está en Brasil, Cumbuco. Allí las condiciones de viento son excelentes, hay muchas lagunas planas. Allí aprendí mis mejores maniobras.
–No me hago a la idea de cómo puede ser un día de competición.
–Suelo levantarme bastante temprano y tomo un desayuno abundante para tener energía todo el día. Cuando competimos estamos a merced del sol y el viento, lo que nos deshidrata y resta energía. Es muy importante estar bien preparado en todos los niveles, física y mental, si no es imposible hacerlo bien en el Campeonato. Llego a la playa con todo el material cargado en mi súper-Mitsubishi L 200 una o dos horas antes para mirar los vientos y el mar. Así puedo pensar qué cometas voy a montar y los trucos que haré en cada manga. Una hora antes de mi manga, no suelo hablar con mucha gente. Escucho música para concentrarme. Es muy importante calentar antes de meterse en el agua, sobre todo rodillas, codos, hombros, cuello y espalda. Si no se hace, es más probable lesionarse y navegar diez veces peor.
–Imagino que el entrenamiento será duro.
–Cuando no compito voy al gimnasio al menos tres veces por semana. Es un entrenamiento físico de hora y media, más 30 minutos de estiramientos. En la competición hace falta mucha energía durante los siete minutos que dura una manga porque es un deporte muy explosivo. Hago muchos estiramientos y voy al fisio dos veces por semana mínimo. Tengo una dieta equilibrada: no como demasiada carne, tampoco mucha verdura. Como un poco de todo pero sano.
–Deme algún consejo para practicar este deporte.
–Hacer un curso con un instructor calificado de entre 3 y 5 días. Es importante tener buena vista, sobre todo al principio, para ver bien la cometa y entender sus reacciones. Después ya la podrán sentir. Hay que practicar bastantes horas, tener una actitud positiva, perseverancia y paciencia.
–Seguro que tendrá alguna anécdota digna de contar.
–La más reciente me pasó en Tarifa, en la Bajeta, una zona situada a dos millas mar adentro. Es un sitio donde el agua y los vientos crean una corriente extraña e impredecible porque el mar deja de ser profundo para tener tan sólo 10 o 15 metros. Cargué a una chica que había caído al mar en mi espalda y la llevé hasta la orilla navegando con mi kite. Por suerte sólo fue un susto.
–¿Cómo se ve en diez años?
–Compitiendo hasta que el cuerpo aguante. Me gustaría terminar siendo el número uno. Este deporte es mi pasión y mi vida. Cuando sea mayor me veo trabajando en algo que esté relacionado con este deporte.
El lector
A pesar de que el joven Liam sea un ciudadano del mundo y vaya de aquí para allá allende los mares buscando las olas, le gusta saber qué ocurre a su alrededor, sobre todo en el ámbito deportivo: «Me gusta estar informado y saber lo que sucede en el mundo. La sección por la que siempre empiezo a leer LA RAZÓN es la de Deportes. Mi vida gira alrededor del kitesurf, es mi pasión y en lo que pienso desde que me levanto hasta que me acuesto». De ahí que no nos extrañe que quiera ser el número uno. Ganas no le faltan.
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