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Jules Léon Bernard, Richard-Victor Sarmont, Eddy Sevar...
El príncipe regente Carlos de Bélgica utilizaba un buen número de alias
El príncipe regente Carlos de Bélgica utilizaba un buen número de alias.
El príncipe Carlos de Bélgica, conde de Flandes, hijo de los reyes Alberto I e Isabel, aunó en su figura la doble condición de príncipe regente –para muchos fue el salvador de la dinastía– y de notable pintor. A finales de 1943 entró en la clandestinidad y se escondió en las Ardenas bajo falsa identidad para escapar a las pesquisas de la Gestapo y a la deportación. En verano de 1944 a raíz de la destierro del rey Leopoldo III y de sus hijos por los alemanes, sólo la reina Isabel permanecía en Bruselas. Él vivió oculto bajo el nombre de Jules Léon Bernard y en 1945 utilizaba el de Richard-Victor Sarmont o Monsieur Richard, escondido en una granja de Sart-lez-Spa.
Siendo muy joven, en 1917, las potencias de la Entente le propusieron para ocupar el trono de Grecia tras la partida de Constantino I de los Helenos, considerado demasiado germanófilo. Pero Alberto I rechazó la oferta. Carlos se formó en la Marina Británica y retornó a Bélgica en 1926. En 1940 participó en la campaña de los dieciocho días y se quedó en Bruselas. Desde ese año y hasta 1944 vivía en el ala derecha del palacio de Laeken. En septiembre de 1944, tras la liberación de Bélgica por los aliados, y durante el exilio forzado de Leopoldo III en Suiza, fue Regente del Reino hasta 1950. Desde entonces se retiró al dominio real de Raversijde, cerca de Ostende, donde se consagró a la pintura, sobre todo bajo el nombre de Carlos de Flandes (o Karel van Vlaanderen). «Paul Danlieu» era otro de los nombres artísticos que usaba, así como el de «Eddy Sevar», anagrama del citado dominio de Raversijde o Raversyde. Carlos usaba también el nombre de incógnito de Monsieur de Raversyde, así como los de Monsieur de Réthy y Monsieur de Tervueren, rememorando el castillo de esa ciudad flamenca.
En 1961 renunció a la asignación acordada por el parlamento y sus últimos años estuvieron marcados por el proceso contra antiguos consejeros financieros que le habían arruinado. Ostende compró en 1980 la propiedad de Raversijde, donde creó tras su muerte un Mémorial Prince Charles. Falleció el 1 de junio de 1983 en el hospital de aquella ciudad y una semana más tarde se le rindieron honores póstumos nacionales marcados por la ausencia de Leopoldo III y de la princesa Lilian de Réthy con quien nunca se reconcilió tras sus desavenencias políticas. Fue enterrado en la cripta real de la Iglesia de Nuestra Señora de Laeken.
Parece que el 14 de septiembre de 1977 se desarrolló en París una ceremonia religiosa que bendijo su unión con Jacqueline Peyrebrune. Sin embargo, no consta en los registros parroquiales de Saint Pierre de Mountrouge. Ella era viuda de George Schaack y, según dijo, ocho meses después de morir su primer marido, contrajo matrimonio con el príncipe Carlos en ceremonia privada bendecida por el padre Marcelino Carrera, en presencia del padre Keller y de testigos -la condesa Annie de Bergeret y Marie Jeannette Aurelie Menahes-. Ahora bien, dado que la boda no fue precedida de una civil, no causó efectos civiles. En 1938 había tenido una relación con Jacqueline Wehrli, hija de un panadero bruselense, de la que nació una niña llamada Isabelle Wybo que no reconoció.
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