Verde que te quiero verde
La basura, el turista menos deseado de las aerolíneas
3.700 millones de viajeros generaron 5.200 millones de toneladas de residuos durante 2016
3.700 millones de viajeros generaron 5.200 millones de toneladas de residuos durante 2016
¿Alguna vez se ha preguntado qué sucede con todos esos residuos de los servicios de a bordo de los aviones? Una compañía como Emirates sirve cada día 180.000 comidas para sus 400 vuelos diarios. Y esto es solo una; basta pensar en los 3.700 millones de pasajeros que viajaron en avión durante 2016, según el último estudio publicado por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) y en los 5.200 millones de toneladas de basuras que generaron durante el trayecto; es decir de media un pasajero genera 1,43 kg de residuos por vuelo. Si a eso se añade que cada vez hay más viajeros que se decantan por el avión, la montaña de restos parece bastante abultada. Es más, según IATA, se espera que la cifra de basuras se duplique en los próximos
quince años.
El problema es bastante complejo, ya que las aerolíneas deben controlar la calidad de la comida, la higiene, el peso y las reglamentaciones sanitarias internacionales. Por ejemplo, en los vuelos no comunitarios los residuos de cocina son tratados como restos de alto riesgo y por tanto se incineran o se entierran, sin que exista la posibilidad de donarlos, según publicaba el periódico «The Guardian» en un reportaje sobre el asunto de las basuras aéreas. Las compañías están ideando soluciones que van desde el uso de materias primas menos contaminantes a servicios de reserva previa de la comida de a bordo.
Una de las grandes apuestas para la reducción de residuos es 100% «made in Spain». La compañía Iberia decidió unirse a Ecoembes, Gate Gourmet y Ferrovial Servicios, entre otras empresas, para desarrollar el proyecto Zero Cabin Waste, una iniciativa que se llevará a cabo hasta finales de 2019 y que pretende acabar con al menos «un 5% del los residuos generados a bordo y reciclar 4.500 toneladas de residuos, lo que permitiría evitar emitir alrededor de 4.340 toneladas de emisiones de CO2 al año, el equivalente a 340 vuelos entre Madrid y Barcelona», explican desde Iberia. Las líneas básicas del programa incluyen: la implantación de protocolos de separación y recogida de residuos, formación a la tripulación (unos 2.500 empleados) y el rediseño de los carros que contienen los residuos en los aviones, para de esta manera mejorar la gestión de los residuos de catering.
Durante el pasado mes de junio se han realizado los últimos diez vuelos del proyecto, entre Madrid y Barcelona, Madrid y Estocolomo, Praga y Bruselas. En estos últimos test se ha evaluado un nuevo trolley, diseñado para clasificar los residuos en dos categorías: reciclables (principalmente envases y papel) y no reciclables (materia orgánica y resto). Solo en estos vuelos se han conseguido reciclar más de 66 kg de basuras. Pruebas como ésta servirán para elaborar unas líneas de actuación o protocolos que se irán implantando en aeropuertos como el de Heathrow en Londres. El objetivo es tratar los restos generados al menos por diez millones de usuarios en todo el continente.
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