Energías limpias
La energía inagotable del mar
Una central mareomotriz necesita que la diferencia entre marea alta y baja sea de 5 metros
Una central mareomotriz necesita que la diferencia entre marea alta y baja sea de 5 metros.
El vaivén infinito de las olas que rompen en el espigón hipnotiza al paseante, que se sorprenderá del ímpetu con el que chocan contra el muelle. Esa energía que posee el mar es inagotable, pero todavía está poco aprovechada.
La energía renovable de origen marino se puede generar de tres maneras, a través de las mareas, de las olas o por la diferencia de temperatura entre el fondo y la superficie. El Plan de Energías Renovables del Gobierno de España tiene como objetivo conseguir que al menos el 20% del consumo final bruto de energía de nuestro país proceda del aprovechamiento de las fuentes renovables en 2020. Una de las claves para conseguirlo podría estar en el mar. Hasta el momento, las dificultades técnicas y económicas que supone sacar energía del mar, hace que su producción sea anecdótica.
Para instalar una central mareomotriz, que aprovecha las mareas para generar electricidad limpia, hace falta que la diferencia entre la marea alta y la baja sea al menos de cinco metros. Se construye un embalse con compuertas en una bahía. Cuando la marea sube, se abren las compuertas y se deja pasar el agua. Ésta se retiene en la presa hasta que la marea baja. Entonces, cuando el desnivel entre las dos partes es alto, se vuelven a abrir las compuertas, se pasa el agua a través de las turbinas y se genera la electricidad.
La instalación mareomotriz más importante del mundo está en Francia, produce 600 mil MWh al año y cubre el 45% del consumo de electricidad de la Bretaña Francesa. Este ejemplo demuestra que la producción a gran escala es posible, pero hay que encontrar maneras económicas de hacerlo.
En España, Magallanes Renovables lleva años trabajando para generar electricidad a partir de la energía mareomotriz. Para conseguirlo, crearon Atir, una plataforma flotante conectada con un mástil sumergido donde se ubican dos hidrogeneradores que producen electricidad gracias a la corriente de la mareas. Se calcula que una plataforma como Atir podría dar servicio a 500 viviendas.
Otra investigación pionera es la del Grupo de Investigación Tecnológico en Energías Renovables Marinas (Giterm) de la Universidad Politécnica de Madrid, que ha desarrollado un sistema para obtener energía mareomotriz a gran profundidad: se sabe que el 80% de la energía de las corrientes se localiza a más de 40 metros de profundidad. Su investigación apunta a que el secreto para abaratar los costes es el desarrollo de nuevos sistemas de fondeo más simples y robustos.
Son pasos necesarios para avanzar en la obtención de energías limpias y acabar con el consumo de la que proviene de combustibles fósiles, que son finitos y dañan el medio ambiente.
Sin eólicas offshore en España
No hay parques eólicos en agua salada en nuestro país. Una realidad que comienza a transformarse con el prototipo de un aerogenerador marino flotante en el banco de ensayos de la Plataforma Oceánica en Gran Canaria, aunque no está generando electricidad. Los parque eólicos marinos tienen ventajas con respecto a los de tierra firme. Su impacto visual es menor y se pueden colocar turbinas de gran tamaño. El inconveniente es que la instalación de los aerogeneradores es compleja y costosa. La elevada profundidad del fondo marino a unos cuatro kilómetros de la costa es la principal dificultad para los aerogeneradores de cimentación fija, porque requieren ser instalados en el fondo marino.
Vidrio hecho con residuos de palmeras
Demostrar que es posible convertir los desechos de biomasa de palmeras en materiales de construcción y, así, reutilizarlos es el objetivo de los investigadores de la Universidad Miguel Hernández de Elche, Alicante. El estudio que han desarrollado demuestra que es viable vitrificar desechos de biomasa de trabajos de conservación de un área del Palmeral ilicitano. Los investigadores han llegado a la conclusión de que es posible técnicamente y proponen formulaciones con lodos de depuradoras y otros residuos industriales. Sus cálculos se basan en la evaluación de estos residuos de biomasa para la vitrificación que han hecho basándose en el análisis químico y su comportamiento a altas temperaturas mediante el calentamiento usando microscopía de calefacción. Los residuos de biomasa analizados tienen altos contenidos de óxido de potasio y el fósforo es típico del compost de los lodos de depuradora y la hoja de palmera. La conclusión a la que se llegó es que sería viable la obtención de vidrios y materiales vitrocerámicos con una composición adecuada.
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