Política ambiental
Las playas más sostenibles de España
Este año son casi 700 las zonas costeras de nuestro país que cuentan con bandera azul.
Este año son casi 700 las zonas costeras de nuestro país que cuentan con bandera azul.
Este año son casi 700 las playas españolas que cuentan con Bandera Azul, sin embargo lo que más de uno ignorará es lo que se esconde detrás de este distintivo que se puso en marcha en 1985 y que está presente en todo el mundo. Lo primero que hay que decir es que España tiene unas 3.500 playas de las que sólo se presentan de forma voluntaria para la obtención de la bandera unas 750. Eso significa que no son las mejores playas del país sino sólo las destacadas de las que se presentan; aun así es el país de Europa en el que más ondean estas banderas. Una de cada seis playas en España cuenta con ella y «en cierto modo es una garantía de turismo sostenible. Es cierto que tiene más sentido que se presenten municipios donde se concentran muchos turistas; en playas menos frecuentadas quizá no es tan necesario esta información sobre accesibilidad, número de baños de la playa, duchas, calidad del agua con un gran aforo», explican desde la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor, ONG a cargo del programa en España. Y es que con esta bandera se mide la seguridad, la acccesibilidad y la gestión ambiental, aunque sin duda el primer criterio que tienen que cumplir las playas con Bandera Azul es la calidad del agua, que tiene que ser excelente para recibir el distintivo. Cada 15 días y durante la época de baños se analiza el agua y sus parámetros sanitarios; el PH tiene que estar entre 6 y 9; debe estar libre de contaminación flotante como residuos de alquitrán, maderas, plásticos, botellas, y la calidad microbológica debe ser adecuada, lo que garantiza entre otras cosas que las aguas están libres de restos fecales. Hay que recordar que las aguas depuradas, las de los ríos y afluentes acaban todas en el mar. «Si se detectan cambios en el color, transparencia o turbidez, por parte de la inspección visual de las autoridades competentes, la Bandera Azul debe ser arriada mientras dure esta situación», dicen los técnicos de la ONG.
Son fundamentales también las acciones de educación y gestión ambiental. «Si existen praderas marinas a menos de 500 metros de la playa candidata a Bandera Azul se debe llevar un control y seguimiento del estado ambiental de la misma. En el Mediterráneo existen numerosas praderas de Posidonia oceánica, y en menor medida praderas de Cymodocea nodosa», exige el sello. En este sentido, si hay una playa de aguas cristalinas, que cuenta con este distintivo y que siempre sale en los ranking como una de las mejores playas del mundo (por ejemplo el del portal Tripadvisor) es la playa de Ses Illetes en el parque natural de Ses Salines en Formentera. La transparencia y el color de sus aguas se deben precisamente a la presencia de praderas marinas del ser más antiguo del planeta: la posidonia, una planta de hace 100.000 años. Solo en la isla hay 7.650 hectáreas, de las 55.795 en todas las Baleares. Cada año se pierde entre un 4 y un 7% de estas praderas que se consideran las mejores aliadas contra el cambio climático por su capacidad de absorber hasta 830 toneladas de CO2 por hectárea. Entre las causas de la pérdida de este tesoro natural, y responsable de convertir las playas en paridisiacas, está el turismo masivo y el anclaje de los yates. Para evitar daños, además de crear una zona libre de amarres se ha desarrollado un anclaje ecológico que evita que las anclas arranquen hasta 10.000 m2 de Posidonia en cada maniobra de atraque.
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