Papel
El cielo cayó sobre nuestras cabezas
Hasta 16.000 trozos de una roca de 191 kilos se repartieron por las tierras de Arizona. Se trataba de una lluvia de meteoros que, en 1912, asoló cuarenta kilómetros a la redonda de Holbrook
Eran las 06:30 de la tarde del 19 de julio de 1912 y los habitantes de la localidad de Holbrook, Arizona, empezaban a recogerse para cenar. Ninguno pudo hacerlo porque una sucesión de estremecedoras explosiones interrumpió el devenir de la vida diaria del pueblo y de otros a cuarenta kilómetros a la redonda como Saint Joseph, Woodruff, Pinedale y Concho.
Fueron cerca de diez bombazos en un intervalo de entre medio minuto y un minuto. Rapidísimos y estruendosos como una ráfaga de algún tipo de artillería desconocida entonces. Algunos habitantes miraron al cielo estupefactos, pero no observaron nada raro. No lo hicieron porque era de día y la luz del Sol cegaba su visión. Si hubiera anochecido habrían acertado a conocer el motivo de las explosiones: una lluvia de meteoros pasó de este a oeste sobre la ciudad y algunos de los fragmentos impactaron en sus tranquilas y áridas tierras.
En concreto, 16.000 trozos de meteorito (de un tamaño no mayor que una judía) se depositaron en las cercanías de Holbrook. Es uno de los eventos de impacto más espectaculares de la historia reciente del planeta.
Se cree que todos esos restos formaban parte de una roca de 191 kilos que se desintegró al atravesar la atmósfera. Por una de esas cosas que tiene el azar, la mayoría de los pedazos cayó formando una línea cercana a las vías de ferrocarril por lo que fue muy fácil seguir su rastro y recuperarlos. Bastaba llevar un imán para atraer los cachitos de hierro y níquel extraterrestres. El más grande de ellos está hoy en el Museo de Historia Natural de Nueva York. Otros cientos pueden encontrarse a la venta en eBay por algo más de 100 dólares. Aunque muchos atufan a ser falsos.
Todavía hoy los amantes a las piedras del espacio visitan Holbrook en busca de restos de aquel evento que nos recuerda que la Tierra sigue siendo destino preferido de cometas y asteroides. Este mes la NASA ha actualizado las cuentas del número de objetos cercanos a la Tierra (NEOs) catalogados. Son asteroides cuyas órbitas cruzan la de nuestro planeta. Hay 12.745 en el catálogo. 1.595 son potencialmente peligrosos. Y apenas constituyen una porción de los que realmente deben exisitir. Otro Holbrook puede ocurrir en cualquier momento.
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