Investigación científica
¿La cafeína del desayuno puede provocar que durmamos peor por la noche?
El cuerpo humano habrá eliminado un 75% de la cafeína en 10 horas tras haber tomado café
La cafeína es un estimulante y consumida en exceso provoca insomnio. No lo hace en todos los casos ni todo el mundo sufre sus consecuencias con las mismas dosis. Hay personas que pueden consumir mucho café sin que afecte a su patrón de sueño y otras que se desvelan con una sola taza tomada a destiempo. Pero para todos los casos puede surgir una de esas preguntas que parecen tontas pero que no lo son. ¿Si tomo un café por la mañana y me acuesto a las 10 de la noche, el efecto de la cafeína sigue en mi organismo? O, dicho de otro modo, ¿cuánto tarda en dejar de afectarnos este estimulante?
El organismo absorbe cafeína con gran facilidad. Digamos que somos animales ávidos de esta sustancia y la mayor parte de la que tomamos la aprovechamos. Por eso no es necesario que tomemos demasiada para que notemos sus efectos. Pero, como contrapartida, la eliminamos con cierta rapidez. El principal encargado de procesarla es el hígado. Gracias a la acción de ese órgano podemos decir que la cafeína tiene una «vida media» muy corta. En ciencia se llama «vida media» al tiempo que tarda un núcleo atómico en desintegrarse. Es decir, el tiempo que tarda una sustancia en convertirse en otra cosa, (por ejemplo, los hidratos de carbono de los macarrones que hemos tomado, en glucosa en nuestra sangre).
En condiciones normales, el cuerpo humano habrá eliminado el 50 por ciento de la cafeína ingerida en cinco o seis horas. A las 10 horas se ha eliminado el 75 por ciento.
Si tenemos en cuenta que una taza de café pequeña contiene entre 100 y 200 miligramos de cafeína y que solemos desayunar en tazas de desayuno que tienen al menos dos raciones de café, podemos decir que a las 8 de la mañana, por ejemplo, ingerimos unos 400 miligramos de sustancia estimulante. 12 horas después, a las 8 de la tarde, aún quedarán unos 100 miligramos de cafeína. Es decir, que a esas horas de la tarde aún tenemos sustancia equivalente a habernos tomado una tacita pequeña de café.
Si a eso, le añadimos el café de después de comer, el efecto se acumula.
Evidentemente cada organismo es diferente y cada uno de nosotros tenemos una sensibilidad distinta a ésta y a otras sustancias según nuestro metabolismo. Pero los expertos recomiendan, por si acaso, no tomar café al menos en las 6 horas previas al momento de acostarnos.
✕
Accede a tu cuenta para comentar