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Toni Ferrer: «Nunca intentes engañar a un chino. No le des gato por liebre»

Entrevista al director del hotel GPRO Valparaíso Palace y Spa, Toni Ferrer: «Mallorca no ha sabido aprovechar la presencia de la Familia Real. No se canaliza bien la imagen que tiene la presencia de los reyes»

Toni Ferrer / Foto de Alberto R. Roldán
Toni Ferrer / Foto de Alberto R. Roldánlarazon

Entrevista al director del hotel GPRO Valparaíso Palace y Spa, Toni Ferrer: «Mallorca no ha sabido aprovechar la presencia de la Familia Real. No se canaliza bien la imagen que tiene la presencia de los reyes».

Desde el año 2005, Toni Ferrer dirige el hotel GPRO Valparaíso Palace y Spa en Palma de Mallorca. Un edificio de los años 70 que fue el primer cinco estrellas que se abrió en la isla. Sus 170 habitaciones dominan la bahía de Palma y por sus suites han pasado desde Julio Iglesias a Chayanne, pasando por Eva Longoria, el rey Hassan II, Farah Diba y Cristiano Ronaldo. En los trece años que Ferrer lleva de director le ha pasado «casi de todo». Todavía recuerda a un cliente que le ordenó quitar alfombras y moquetas, a la vez que les hizo tapar por completo la habitación, donde pasó un par de días. «Luego pagó la abultada cuenta y se fue». No solo dirige un cinco estrellas, sino que también es el director general del negocio del aceite y del vino que el grupo chino GRPO tiene en España, además de ser el responsable de nuevas inversiones para Europa. De hecho, estuvieron a punto de comprar el hotel Ritz de Madrid, pero cuando presentaron su oferta «ya era tarde». Sin embargo, sí que pudieron adquirir uno de los olivares que abastecía de aceitunas al Marqués de Griñón para hacer su afamado aceite. Ahora ellos producen Capilla del fraile y parte de la producción la exportan a China. Y, como guinda, ayer entregaron en la mítica suite 704 del Valparaíso el premio Mallorquines de verano al presentador Joaquín Prat Sandberg, habitual de la isla desde hace 43 años.

¿Se nota la recuperación de los países que habían sido competencia turística?

Sí, porque están volviendo al mercado con unas condiciones muy baratas y nosotros debemos competir en calidad, pero no en precio. Además, cuentan con las facilidades que les dan sus gobiernos, nosotros no. La recuperación de los países del este del Mediterráneo, Turquía o Grecia y norte de África, están provocando que nos hagan reservas más tardías.

¿Aquí se entorpece con la aplicación de la tasa turística?

Es una barbaridad porque este año se ha duplicado. Es una falta de cálculo por parte del Gobierno balear. No era el momento de incrementar la tasa porque los países competencia estaban saliendo de su crisis. Una familia que quiera venir a nuestro hotel, por ejemplo, va a pagar de tasa turística más o menos lo que le cuesta la mitad de sus vacaciones en cualquier país de la competencia. Pagarán por persona y día 4,40 euros, una barbaridad.

¿Y qué hace el Gobierno balear con tantísimo dinero recaudado?

Ese es el gran misterio. ¿A qué se dedica la recaudación de ese impuesto turístico? Pues se supone que a muchísimas cosas, podría ser a temas medioambientales, pero también a compra de viviendas sociales o a mejoras de la red de alcantarillado, pero no tenemos una constancia fehaciente de a qué se dedica ese dinero.

En la misma isla conviven dos Mallorcas: la bonita de las calas y la del «balconing», ¿cómo es eso?

Esa Mallorca del «balconing», concentrada en la zona de Magaluf y que no deja ni dinero ni da buena imagen, existe, pero gracias al esfuerzo de los empresarios, más que al de la Administración, va perdiendo terreno.

De acuerdo que tienen una abusiva tasa turística pero, a cambio, disfrutan de la presencia de la Familia Real unos días en verano. ¿Eso es un aliciente?

Siempre lo ha sido, pero Mallorca, como entidad, no lo está sabiendo aprovechar en los últimos años. No se canaliza bien la imagen que tiene la presencia de los Reyes.

¿Quizá porque vienen menos?

Por eso y porque antes era más público. La Familia Real vivía más Mallorca, ahora puede que la vivan menos, pero, aun así, siguen siendo un valor añadido. Y eso también sirve para promocionar Mallorca.

Sería el caso del ex embajador James Costos, que pudo descubrir Mallorca gracias a su cercanía con los Reyes...

Pudo ser que nos conociese gracias a ello, pero no se está aprovechando ese capital de influencia en el mercado norteamericano. Nosotros supimos reconocer su importancia y nombramos a James Costos «Mallorquín del verano» hace un año, que es cuando estuvo pasando unos días con ellos Michelle Obama. Ahora parece que regresará con su marido, el ex presidente Barack Obama. Lo que es una promoción impagable.

¿La Familia Real viene por el hotel? Porque son vecinos del palacio de Marivent...

Cada año les invitamos a la cena en la que entregamos el premio de «Mallorquines del verano», pero les resulta difícil asistir. El Rey Juan Carlos sí ha venido a ver a algunas personalidades que se han alojado en el hotel.

Tampoco es raro ver el barco de Bill Gates atracado en la bahía de Palma...

Viene con frecuencia. Es otro de los grandes valores de Mallorca. La gente con grandes capitales que busca descanso en un entorno privilegiado elige la isla para pasar desapercibidos. Aquí se sienten a gusto. Tenemos que saber cuidarlos porque estamos viendo manifestaciones antiturísticas que no ayudan.

El propietario del Valparaíso es un grupo chino, ¿qué les gusta de este lugar?

El paisaje y la facilidad que tenemos para encontrar cualquier cosa. Pero también vienen en invierno. Digamos que huyen del calor y, aunque les encantan el jamón serrano y las gambas, los chinos están apegados a su comida. Les gustan sus platos y de ahí se salen poco.

¿Por qué un hotel tan simbólico como el Valparaíso acaba en manos extranjeras?

Porque hubo una delegación china alojada en este hotel y entre ellos estaba el vicepresidente de la compañía GPRO y como le había gustado mucho, cuando le nombraron presidente, lo compro.

Es curioso que emblemas occidentales sean de propiedad china, árabe o rusa.

Es una de las consecuencias de la globalización económica, las propiedades se deslocalizan.

Les gusta tanto España que incluso le han dejado sin aceitunas al Marqués de Griñón.

Digamos que compramos una finca en Toledo que le abastecía de aceitunas para su aceite. La idea era crear nuestro propio aceite, Capilla del fraile.

¿Qué es lo próximo que quieren comprar?

Alguna cervecera en Alemania...

¿Cuál es el lema de trabajo para un chino?

Constancia. Pueden parecer lentos, pero no es lentitud es que van mirando paso a paso. Tardan en tomar decisiones pero son perseverantes.

Si uno quiere hacer un negocio con un chino, ¿qué debe evitar?

Intentar engañarles, esa expresión de «como un chino» no es cierta. Olvídate de ella. Si tú les demuestras lealtad, confiaran en ti. No les intentes dar gato por liebre.

¿Y qué les agrada?

Una de las cosas que más nos sorprendió es que siempre se termina comiendo y bebiendo. Lo importante es que seas abierto y espontáneo no les gusta que tengas mucho autocontrol.

¿Cómo se puede recuperar la atmósfera glamurosa que tenía el Valparaíso?

Hoy hay que posicionarse en otro segmento, en el del lujo y el alto standing. La gente ya no viene porque aquí se alojara Grace Kelly o Julio Iglesias, sino porque damos calidad. Antes podría haber sido un reclamo pero ya no, para uno el lujo es el silencio y para otro un cochazo.

Por cierto, en un hotel de propiedad china, la comida oriental será perfecta, ¿no?

Tenemos un chef chino que si quieres algún plato especial él te lo puede cocinar. Pero algún día tendremos un restaurante chino que será referencia en Mallorca.

¿Qué lleva en la maleta?

Un indispensable en la maleta de
Toni Ferrer es su e-book para poder abstraerse con los libros en «cualquier lugar». Por el contrario, tiene claro que sus viajes son para probar experiencias y por eso «nunca llevaría comida de casa pensando que no voy a encontrar

comida de mi gusto».