Los directores de «McQueen»: «Sería un error ver su vida como algo admonitorio»

Los directores Ian Bonhôte y Peter Ettedgui hablan con LA RAZÓN sobre “McQueen”, su esperado documental que celebra el arte del diseñador británico y que se estrenará el 8 de junio

Era el niño rebelde de la moda, el británico tatuado, regordete y grosero del este de Londres que llegó a revolucionar Givenchy. Pero Lee Alexander McQueen también era el joven que se negaba a decir malas palabras en frente de su madre, que adoraba a sus perros y que en sus primeros años cenaba en McDonald’s después de los desfiles porque la fama aún no le daba de comer. Era, también, un chico frágil que arrastraba el abuso que sufrió a manos del esposo de su hermana y que deseaba otorgar fuerza e independencia a las mujeres que vestía. Ian Bonhôte y Peter Ettedgui hicieron lo posible por acercarse a todas estas versiones de McQueen en un nuevo documental sobre su vida que estrenan el 8 de junio.

Al principio, la familia se negó a participar, lo mismo que la firma, que hoy dirige Sarah Burton, de modo que no contaban con prácticamente ningún material para su filme. Sin embargo, más tarde uno de los amigos y colaboradores de McQueen les cedió una serie de grabaciones hechas por ellos mismos que permiten ver al diseñador gastando bromas a sus amigos, jugando con sus perros o cortando telas en la cocina de su casa. Son las personas que lo acompañaron durante sus años de mayor creatividad, entre ellos dos de sus ex novios, quienes narran la historia de la joven promesa de la moda británica y de su trágico declive.

-¿Por qué decidieron realizar un filme sobre McQueen ahora?

-McQueen fue uno de los más grandes innovadores, artesanos, artistas y rebeldes de nuestro tiempo. Un hombre con una voz realmente original y un punto de vista único que recorrió una travesía creativa extraordinaria. Queríamos llevar esa travesía al público del cine que no tuvo la suerte de experimentar sus espectáculos de moda en persona. Además, sentimos que McQueen fue un adelantado a su tiempo. Nos impresionó que muchas de sus preocupaciones resuenan con el momento en el que vivimos ahora. Por dar apenas un ejemplo, su deseo de combatir la misoginia al vestir a las mujeres de manera que se sintieran fuertes e independientes nos resulta muy adecuado en esta época del Time’s Up.

- Su vida se presta para narrar una historia más bien amarillista, pero ustedes logran contarla de manera elegante, sin caer en sensacionalismos. ¿Fue una de las razones por las que su familia decidió finalmente participar en el documental?

- Se ha escrito mucho sobre él desde una perspectiva voyerista o sensacionalista. Nosotros deseábamos hacer algo muy distinto: queríamos mirar su vida a través del prisma de su moda. Lee siempre dijo que sus “shows” eran autobiográficos: “Si quieres llegar a conocerme, solo observa mi trabajo”, afirmaba. Y es cierto. Puedes verlo todo en los desfiles: la belleza, la oscuridad y los demonios que lo impulsaban, así como los ángeles. Su sobrino Gary y su hermana Janet definitivamente entendieron ese modo de acercarnos a su vida y que con el filme aspiraba a ser una celebración de él y de su trabajo.

- ¿Fue complicado contar los momentos más duros de su vida sin caer en dramatismos?

- Nunca quisimos “blanquear” su historia o encubrir parte de ella (creemos que él habría odiado que lo hiciéramos). Sentimos que, si bien debíamos mencionar temas como su adicción o el VIH, solo era necesario hacerlo una o dos veces, ya que son apenas unos elementos del mosaico de su vida. No queríamos remarcarlo demasiado para que no “secuestrara” a la película, en el sentido de que esos aspectos fueran los únicos con los que se quedara el espectador después de verla.

- El documental muestra una cara de la industria de la moda que pasa desapercibida para muchos: la presión a la que se somete a los diseñadores y a dónde les puede llevar...

- Definitivamente, existen algunos aspectos de salud mental que tienen que ver con la historia de McQueen en la industria de la moda. Pero también es cierto que muchos amigos y colegas suyos nos dijeron que nadie presionaba más a McQueen que él mismo. No tenía que hacer 14 colecciones al año, pero sentía que debía demostrar su valor constantemente, que debía mejorar. Siempre aseguró que el cielo era el límite. En una ocasión, le dijo a un amigo: “Lo hago porque soy muy inseguro”. Quizá Lee hubiera sido igual en cualquier otra industria creativa. Cuando llegas a la cumbre de tu profesión, te dediques a lo que te dediques, la presión y las exigencias aumentan exponencialmente.

- En ese sentido, el trágico final de McQueen resulta casi admonitoria.

- Creemos que la historia de Lee es sobre la fragilidad de la vida humana. Su suicidio fue una tragedia y es natural que nos preguntemos por qué ocurrió, cómo se pudo “permitir” que ocurriera, ¿fue “culpa” de la industria?, ¿se habría podido evitar? Pero la verdad es que no hay respuestas sencillas o recetas médicas. La muerte de McQueen no tuvo que ver solamente con la presión de la industria de la moda, había también un cóctel de otros factores que nosotros exploramos en el filme. Las circunstancias de su muerte fueron tan peculiares como cualquier otro aspecto de su vida. Sería un error convertir su historia en algo admonitorio.

- ¿Creen que haya alguien en la industria haciendo hoy algo tan irreverente -pero basado en una coherencia creativa evidente- como lo que hizo McQueen?

- Los tiempos han cambiado, la industria de la moda se ha vuelto cada vez más comercializada y corporativa con el crecimiento de conglomerados como LVMH y Kerring que han absorbido a la mayoría de las marcas más pequeñas e individualistas. Resulta bastante más difícil para un joven diseñador causar el mismo impacto que causó Lee McQueen cuando irrumpió en la escena de la moda. Sin embargo, creemos que personas como Iris Van Herpen, Gareth Pugh y Craig Green tienen voces muy poderosas y están haciendo ropa extraordinaria, así como “shows” excepcionales.

- Las calaveras que introducen el filme, así como cada capítulo, son realmente impresionantes, ¿quién las diseñó?

- La calavera era, obviamente, un motif muy importante para McQueen. Además, nos había turbado la imagen biconvexa que su sobrino creó para la invitación de uno de los “shows” de Lee en la que su cabeza se convertía en una calavera. Así que desde el principio supimos que queríamos utilizar este motif para definir los distintos capítulos y crear una sensación de intervalos, un “entr’acte” antes de cada uno. Colaboramos con un equipo de diseñadores brillantes de Time Based Art que crearon calaveras específicas para cada capítulo y utilizaron para el diseño las temáticas e imágenes que correspondían a cada uno. También colaboramos con Gary en crear una nueva versión, más actualizada, de la calavera biconvexa que había diseñado para su tío (que también pudo verse en Savage Beauty, la exhibición sobre McQueen que estuvo en Nueva York y Londres). Él incorporó imágenes de la naturaleza que su tío adoraba: flores, polillas, pájaros. Este diseño se convirtió en una escultura de dos metros y fue fotografiado por Dan Tobin-Smith para el arte de los posters, pero era tan hermosa que decidimos incluir estas imágenes en el filme.