La revolución llega a Sardá de la mano de Victoria Abril

Nuria Sardá explica que “cuando pensamos en la revolución francesa pensamos en ella, por su vinculo con ese país y por su espíritu”.

En la tercera jornada de la Mercedens Benz Fashion Week Madrid reinó un espíritu revolucionario: muchos diseñadores -como Miguel Marinero, Moisés Nieto y Anna Locking- optaron por el rojo como color fuerte de sus colecciones.

Pero Nuria Sardá, directora creativa de la firma de lencería que fundó su padre en 1962, fue un paso más allá. “Nos hemos inspirado en la revolución francesa. Es un momento convulso y de incertidumbres, a nivel de moda y en general, por lo que nos pareció acertado”, explicaba Sardá poco antes del comienzo de su desfile.

La colección que presentó hoy en pasarela, como ya es costumbre en esta firma, fue más un espectáculo que un mero desfile: “Javier Pedal ha hecho la música (empezó con La Marsellesa, acompañada de sonidos de cañones, y siguió con versiones de We run the world y I want candy) y Sara Cortés, el contenido audiovisual. La puesta en escena es esencial”, explica la diseñadora.

“Quisimos contar una historia y para ello dividimos la colección en cuatro grupos. El primero es el pueblo que se revela y estas prendas tienen un aspecto más rústico, están hechas con materiales delicados, como tul de seda o rafia, pero combinadios con, por ejemplo, un bustier en caña para dar este aspecto agreste y con tonos marrones”, dice Sardá. Ese miriñaque tan especial del que habla lo lució en el desfile Victoria Abril, que este año desfiló para la marca, como en otras ocasiones lo han hecho Bibiana Fernández y, el año pasado, Rossy de Palma.

“Cuando pensamos en la revolución francesa pensamos en ella por su vinculo con ese país y por su espíritu. Es verdad que son todas chicas Almodóvar, pero es una coincidencia, aunque es cierto que las chicas Almodóvar y las chicas Sardá son mujeres potentes, reales, que toman la riendas de su vida”, afirma la creativa.

Los otros tres grupos de la colección son: “El ejército, la nobleza que se prepara para una noche de gala y las damas en la fiesta. Para el ejército realizamos piezas de los colores de la bandera francesa combinados con una serie que proponemos este año en encaje de alta costura en burdeos”, comenta Sardá. Además, las modelos lucieron sombreros de Pablo y Mayaya hechos especialmente para esta colección.

“La nobleza que se prepara es un momento más intimo y delicado en el que priman los tonos pastel, los volúmenes en tul, los miriñaques en raso de seda en colores como el rosa, el nácar y algún estampado en color verde agua”, dice la diseñadora. En esta parte del desfile también destacaron los complementos: los “chokers” de terciopelo y piedras preciosas hechos por Rabat y las sombrillas.

El último grupo hace referencia a la opulencia con colores como el rojo granate, el azul marino y el morado, y con volúmenes y tejidos como el terciopelo. Destacan aquí los miriñaques en latón dorado hechos por Marc Enrich y combinados con tules flocados, rasos de seda y encajes chantilly.

Otras colaboraciones importantes fueron la de Jeffrey Campbell, que puso los zapatos, y la de Messika, la joyería parisina, encargada de la pieza que lució Abril en la salida final del desfile junto con un vestido color bronce con encajes y una gran peluca blanca, antifaz y tocado.