¿Por qué se ha dejado barba Pablo Casado?

Nada tiene que ver con la belleza, va mucho más allá.

Todo político de cierta importancia tiene un asesor que analiza su lenguaje no verbal, éste es mucho más importante que el verbal, dice mucho más y da muchas pistas sobre nosotros, nuestra seguridad e intenciones.

Más que un programa electoral, lo que cala en el público es lo que transmite un político desde sus gestos, templanza y confianza. Esto es una combinación en la que el físico tiene mucho peso. El aspecto de madurez y seguridad también está condicionada por cómo nos vestimos y nos vemos estéticamente.

En un político se busca seguridad y un posible líder que gestione todo un país, por lo que el ciudadano busca una imagen seria pero empática, madura y elocuente y con cierta experiencia que dé cierto indicativo de saber lo que se hace.

Pablo Casado está aún en la treintena y su cara es bastante aniñada, parece incluso aparentar menos edad de la que tiene, da la impresión de haber acabado la carrera hace poco tiempo y no tener demasiadas tablas para coger los mandos de España. Pero todo esto lo dice su imagen, hasta ahora. Porque el político aparecía con una barba espesa y perfectamente recortada, ¿estrategia? Parece que sí.

Evolution and Human Behavior un estudio dirigido por el biólogo Cyril Grueter de la Universidad de Australia del Oeste sacaba varias conclusiones al respecto sobre el significado de llevar barba o, mejor dicho, lo que transmite: más atractivo, madurez, sinónimo, fortaleza y un sistema inmune. Todo esto viene de nuestros antepasados los primates, ya que desafiar a bacterias crecidas en el vello sólo podía soportarse con una calidad suprema del pelo. A más pelo, más potencia para combatir enfermedades. Una teoría que a día de hoy no tiene demasiado sentido pero que sigue persistiendo en nuestra cabeza de manera inconsciente, como tantas cosas que se descubren en estudios antropológicos como El mono desnudo de Desmond Morris, una lectura recomendable para entender de dónde vienen ciertas tendencias aparentemente inexplicables o absurdas.