Sin limpieza no hay belleza

Hoy quiero explicar por qué esta frase debe convertirse en tu mantra diario. De nada servirá hacerte un lifting, pincharte vitaminas o comprar la crema más cara del mercado si no dedicas tiempo a limpiar la piel. Un cutis limpio es un cutis joven. No sirve de excusa no maquillarse para no limpiar en profundidad la piel. Las impurezas procedentes de secreciones cutáneas como el sebum, el sudor y las toxinas, así como de residuos cosméticos y ambientales, tienden a acumularse en la dermis, estropeándola. Con frecuencia me preguntan si es mejor utilizar un jabón facial o un desmaquillador. La razón principal por la que desaconsejo el primero es porque es una sustancia alcalina y la piel, ácida. Cuando nos enjabonamos arrastramos el manto ácido de nuestra piel y aunque la limpiamos, también la deshidratamos y desprotegemos. Cristina Galmiche, especializada en pieles conflictivas y con acné, para que la oxigenación e higiene de la piel han sido siempre su sello distintivo, afirma que fortalecer el Ph cutáneo resulta una prioridad. La experta trabaja con una doble limpieza, rica en activos naturales como la bardana, el agua de rosas de bambú o el aceite de aguacate, pensada como una «brigada» de rescate cotidiana. Su secreto, una dieta «beauty» basada en una leche limpiadora que se retira con tónico de rosas y otro a base de vinagre y bardana para minimizar los poros y equilibrar el ph de la piel. (www.cristina-galmiche.com)