19.082 maestros sin colegio ni futuro

En una semana, la suerte estará echada para los 19.674 aspirantes a maestro en Andalucía. Los dos primeros exámenes para lograr una de las 592 plazas de Educación Infantil y Primaria ofertadas por la Consejería de Educación serán historia. Todavía tendrán que esperar nueve días más para saber si pasan el «corte». Son dos puestos por tribunal, uno para cada 74 aspirantes. O lo que es lo mismo, 19.082 personas están abocadas al fracaso. El antecedente más cercano data de 2011: se ofertaron 3.796 plazas entre todas las especialidades para 35.815 opositores; dos años antes, alcanzaron las 6.009. El porcentaje de éxito triplicaba de largo el de este año, ya que un 10,6% pasó a engrosar la nómina de funcionarios. En circunstancias normales, los aspirantes hubieran rondado los 30.000. Pero la raquítica oferta y lo tarde que se publicó el decreto –entró en vigor el 1 de abril– alejaron cualquier posible efecto llamada. También ha pesado el elevado coste de las tasas, 70 euros, sin exención para colectivos como desempleados o familias numerosas. El malestar con la Junta, según denuncian los afectados, es muy grande.

La convocatoria nació viciada por la inclusión de la tasa de reposición de jubilaciones permitida en 2011. Este paso implicaba la renuncia tácita de la Consejería a las pruebas de Secundaria y FP esgrimiendo que su consolidación no podía demorarse. Eso provocó que más de 36.000 docentes pasaran de disponer de 2.389 opciones de futuro a ninguna, por decisión unilateral de la Junta. Sin embargo, un nutrido grupo de ellos elevó su disconformidad al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que admitió el recurso y deberá pronunciarse sobre la legalidad de que las oposiciones a maestro «engulleran» parte de la oferta –en concreto 328– antes de su desconvocatoria oficial.

A ese resquicio se aferra buena parte de los opositores. Desde el sindicato Ustea también dudan de las «verdaderas razones» de la Junta. Según sus cálculos, van a gastar alrededor de dos millones de euros en el proceso selectivo; con las tasas, se han recaudado 1,3. La consejera, Mar Moreno, negó que quisieran «hacer caja»; es más, aseguró que éstas «no sufragan ni la mitad del coste de unas oposiciones de esta magnitud». Según sus declaraciones, el gasto ascendería, como mínimo, a 2,6 millones; cubrir cada plaza costará por tanto una media de 4.391 euros. Y un estrés incalculable para miles de maestros que aprobarán y seguirán otros dos años sin pisar un colegio.