Caja Rural de Granada equipara el crecimiento andaluz al de España en 2015

La economía andaluza ha seguido la estela de España y el pasado año creció al mismo ritmo, al 3,2%, concluye el Boletín de Coyuntura Económica de Caja Rural de Granada. El informe fue presentado ayer en Granada por su autor, el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Granada Miguel González, acompañado del presidente de Caja Rural de Granada, Antonio León Serrano, y el director general de la entidad, Dimas Rodríguez.

«Siempre y cuando la economía española crezca siguiendo su patrón habitual –servicios y construcción– a Andalucía le irá bien, pues este esquema encaja a la perfección con su especialización productiva», incidió. El problema de fondo de Andalucía ya no es el «subdesarrollo», sino el «atraso relativo», puesto que si la región se compara con las regiones más avanzadas, se encuentra «muy lejos de sus niveles de bienestar económico y social». «En la medida en que no cambiemos de esquema de crecimiento nuestros males encontrarán alivio en las fases expansivas del ciclo y empeorarán en las etapas de crisis, pero si lo que verdaderamente perseguimos es reducir de una vez por todas las diferencias que nos alejan de las regiones más avanzadas o cambiamos nuestra composición sectorial y nuestras actitudes o estaremos condenados, como hasta ahora, a ocupar los últimos lugares de los rankings económicos y sociales», indica el boletín.

La economía andaluza creció el pasado año, al igual que en España, por la oferta (la recuperación de todos los sectores) y la demanda (aumento de la inversión, y el gasto de consumo final de los hogares), lo que se tradujo en una mejoría del mercado de trabajo. El pasado año 137.600 personas encontraron un empleo (lo que supone el 26% del empleo nacional); y disminuyó el paro en 197.500 personas, lo que ubicó la tasa de desempleo en el 29,8% (respecto al 34,2 de 2014).

El catedrático alertó de que cuanto más se prolongue la interinidad política en España, y no se conforme Gobierno, más aumentará la incertidumbre económica, marcada también por la «preocupante» deuda pública actual.