Capirotes de cristal, legionarios y miles de nazarenos

La Semana Santa andaluza atesora sones, estilos y escenografías diferentes de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo

La Semana Santa andaluza da para mucho. En la campiña cordobesa no suena a marchas procesionales al estilo sevillano, sino que son los judíos de las turbas de los «Coliblancos» o «Colinegros» quienes toman las calles de Baena con su tamborada mientras se escenifica la pasión, muerte y resurrección de Cristo. En Loja (Granada), en cambio, son Los Incensarios, una formación de ocho hombres ataviados con capirotes de cristales, quienes encarnan una tradición registrada ya en 1765 que mezcla devoción y raíces flamencas y que exhibe en cada «corría» una combinación de movimientos castrenses y sátiras. Este Jueves Santo, Málaga volvió a volcarse con el desembarco de la compañía de honores del tercio Duque de Alba II de la Legión, con sede en Ceuta, y con el traslado del Cristo de la Buena Muerte, popularmente conocido como Cristo de Mena, a su trono procesional. Y en Jaén, unos 3.000 nazarenos acompañaron de madrugada a Nuestro Padre Jesús Nazareno, popularmente conocido como «El Abuelo». Ya se acerca la resurrección, que en El Borge (Málaga) se producirá antes que en ningún otro pueblo, en concreto en la tarde del Sábado de Gloria.